Ciudad de México. México es el país más propenso en Latinoamérica en recibir ciberamenazas o ataques digitales, dio a conocer este jueves Etek International, una firma de soluciones en seguridad informática.
Por detrás de nuestro país, se encuentran Brasil, Colombia, Perú y Chile, en ese orden, de acuerdo con la empresa.
Según un reciente estudio realizado por Etek, el 63 por ciento de los delitos se realizan por motivos financieros, seguido del robo de información sensible, con el 37 por ciento. En la lista también figura el secuestro de información, el phishing –técnica por la cual los ciberdelincuentes envían correos o links falsos para acceder a los sistemas de una persona o empresa—, y los virus maliciosos o malware.
Detalló que las industrias más vulnerables a recibir ataques informáticos de forma continua son las financieras (instituciones bancarias, de seguros, entre otras), las empresas de salud, de energía, las manufactureras y los organismos gubernamentales.
“Los estudios indican que existen grupos delictivos estructurados y focalizados en generar amenazas a diversas compañías en estos países. Algunas estadísticas hablan sobre la evidencia de los intentos de ataques, mismos que se presentan cada 45 segundos”, dijo Juan Carlos Cortés, director asesor de Etek.
Refirió que factores característicos en estos territorios como los altos volúmenes de usuarios, compañías o marcas reconocidas, el acceso de un mayor número de personas a internet o la cercanía con economías de líderes globales, como Estados Unidos, incrementan la posibilidad de obtención de ganancias y despiertan el interés de grupos con acciones maliciosas.
En este sentido, puntualizó que hay un aumento notable en la peligrosidad, sofisticación y tasa de éxito en las ciberamenazas, por lo que el costo promedio por recuperar una cuenta podría alcanzar los 250 mil dólares.
El directivo de la firma agregó que la tendencia para el segundo semestre del año indica que habrá un crecimiento importante de campañas ejecutadas por actores malintencionados que buscarán afectar particularmente a las industrias de salud, financieras, energéticas y manufactureras.