París. El Banco Mundial (BM) anunció el jueves que facilitará financiación de los países afectados por catástrofes naturales, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) informó que alcanzó su objetivo de poner cien mil millones de dólares en derechos especiales de giro a disposición de países vulnerables.
Los dos anuncios se hicieron en una reunión en París de unos 40 líderes, entre ellos una docena de África, el primer ministro de China y el presidente de Brasil, con el fin de impulsar una nueva agenda financiera mundial.
El objetivo es aumentar la financiación de crisis para los países de renta baja y aliviar la carga de su deuda, reformar los sistemas financieros de posguerra y liberar fondos para hacer frente al cambio climático, consiguiendo un consenso sobre cómo promover iniciativas que tienen problemas en otros foros mundiales, como el G20, la COP, el FMI-Banco Mundial y las Naciones Unidas.
“Está claro que la arquitectura financiera internacional ha fracasado en su misión de proporcionar una red de seguridad mundial para los países en desarrollo”, declaró el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, calificando el sistema de anticuado, disfuncional e injusto.
Los líderes están dispuestos a respaldar una iniciativa para que los bancos multilaterales de desarrollo como el Banco Mundial pongan más capital en riesgo para impulsar los préstamos, según un borrador de comunicado de la cumbre al que tuvo acceso Reuters.
El nuevo presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, esbozó un “conjunto de herramientas”, entre ellas ofrecer una pausa en los reembolsos de la deuda, dar a los países flexibilidad para redirigir los fondos para emergencias, proporcionar nuevos tipos de seguros para los proyectos de desarrollo y ayudar a los gobiernos a crear sistemas de emergencia anticipados.
“Necesitamos una red de seguridad financiera sólida y predecible”, declaró en la conferencia el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, quien pidió un impulso a la financiación por debajo del mercado y más subsidios.
“Los países africanos se enfrentan a una escasez de financiación sin precedentes que ha agravado su vulnerabilidad”, afirmó.
Aunque las nuevas medidas del Banco Mundial están diseñadas para dar un respiro a los países en desarrollo, no se habló de que los prestamistas multilaterales ofrezcan condonaciones de deuda, los llamados recortes.
China, el mayor acreedor bilateral del mundo, ha estado presionando para que prestamistas como el Banco Mundial o el FMI absorban parte de las pérdidas, a lo que se oponen las instituciones y los países ricos.
Una nueva visión
Citando la guerra en Ucrania, la crisis climática, el aumento de la disparidad y la disminución del progreso, los líderes dijeron que el Banco Mundial y otras instituciones financieras multilaterales necesitaban una nueva visión.
El presidente francés, Emmanuel Macron, anfitrión de la cumbre, dijo que es hora de actuar o se perdería la confianza.
El objetivo de la cumbre es crear hojas de ruta para los próximos 18-24 meses, que abarquen desde el alivio de la deuda hasta la financiación de la lucha contra el cambio climático.
Muchos de los temas de la agenda recogen las sugerencias de un grupo de países en desarrollo, liderado por la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, bautizado como “Iniciativa de Bridgetown”.
La pandemia de coronavirus empujó a muchos países pobres a problemas de deuda, ya que se esperaba que siguieran cumpliendo con sus obligaciones a pesar de la enorme conmoción que el covid-19 supuso para sus finanzas.
Los problemas de la deuda africana se suman al doble reto al que se enfrentan algunos de los países más pobres del mundo: hacer frente a los efectos del cambio climático y adaptarse a la transición ecológica.
Las naciones ricas aún no han cumplido con la financiación climática que prometieron como parte de un compromiso pasado de movilizar cien mil millones de dólares al año, un escollo clave en las conversaciones mundiales sobre clima.
Aunque no se esperan decisiones vinculantes, los funcionarios que participan en la planificación de la cumbre afirmaron que deberían establecerse algunos compromisos firmes sobre la financiación para los países pobres.
Casi 80 años después de que el Acuerdo de Bretton Woods creara el BM y el FMI, los líderes pretenden obtener más financiación de los prestamistas multilaterales para los países que más la necesitan.
En concreto, se espera que se anuncie que se ha alcanzado el objetivo de cien mil millones de dólares para nuevos fondos procedentes de la canalización de los derechos especiales de giro de los países ricos en el FMI hacia los países vulnerables, según informaron fuentes oficiales.
También se espera que algunos líderes apoyen las propuestas, estancadas desde hace tiempo, de imponer un gravamen a las emisiones del sector del transporte marítimo antes de la reunión del mes que viene de la Organización Marítima Internacional.