El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que esta semana firmará un acuerdo para que en las tortillerías del país sólo se utilice maíz blanco no transgénico y producido en México, ya que se ha detectado la importación de esta variedad, en particular la proveniente de Sudáfrica.
Durante la conferencia mañanera de ayer, el mandatario aprovechó una pregunta sobre el diferendo con Estados Unidos por la prohibición de su gobierno al uso del grano amarillo genéticamente modificado para consumo humano a fin de anunciar dicho convenio.
“Esto va a ir acompañado del establecimiento de aranceles para que no se importe maíz blanco y se compre a los productores nacionales porque también se dice: ‘se importa maíz blanco más barato’; sí, pero resulta que ese maíz blanco también es transgénico, y tenemos las pruebas.”
Indicó que México cuenta con semillas criollas sin transgénico de maíz blanco. “Somos autosuficientes, o sea, todo lo que requerimos para nuestro consumo se produce ya; donde tenemos déficit es en el maíz amarillo para forraje, que es el que se produce más en Estados Unidos y en otras partes. Incluso estaban importando maíz de Sudáfrica, maíz blanco supuestamente no transgénico. Hicimos el estudio y encontramos que sí lo es”.
En cuanto a las consultas solicitadas por Estados Unidos dentro del T-MEC por el veto mexicano al genéticamente modificado, el jefe del Ejecutivo asentó que “no hay que tenerle miedo a las controversias”, por lo que enfatizó que México mantendrá su posición. “Siguen insistiendo en que se pueda utilizar el maíz amarillo en consumo humano y no lo vamos a permitir. Por eso es esta consulta y puede ser que nos lleve a un panel, pero es un asunto de salud pública”.
Rechazo a investigación
'Dentro de estas negociaciones, reveló que “por los intereses que hay atrás” Washington se ha rehusado a que ambos gobiernos realicen de manera conjunta una investigación para conocer si la ingesta de maíz transgénico tiene o no daños en la salud. “No han querido aceptar porque supuestamente tienen dictámenes de premios Nobel de biología, y hay mucho apoyo a centros de investigación y demás”.
El 31 de diciembre de 2020, la administración de López Obrador publicó un decreto que en principio daba como límite el 31 de enero de 2024 con el fin de eliminar el maíz biotecnológico para consumo humano. Sin embargo, como parte de las negociaciones con la Casa Blanca, México –que compra al año a los estadunidenses alrededor de 3 mil millones de dólares del grano genéticamente modificado– planteó extender esa fecha a enero de 2025.
Por otro lado, el mandatario indicó que se comprarán un millón 500 mil toneladas sólo a los pequeños y medianos productores de Sinaloa, y remarcó que las protestas que hubo la semana pasada en éste y otros estados, y que probablemente se repitan, “están impulsadas por los que antes se quedaban con los subsidios, no llegaba nada a los de abajo y estas asociaciones de grandes agricultores eran los que recibían todos los apoyos; ahora es al revés, o es de otra forma, primero los de abajo”.
En tanto, la titular de la Secretaría de Medio Ambiente, María Luisa Albores, a petición del Presidente explicó que se negocia con grupos de menonitas en el sureste para moderar el uso de agrotóxicos en la producción de soya transgénica, lo que ha afectado áreas protegidas en aquella región y a especies como la abeja sin aguijón, lo que repercute en la producción de miel.