El gobierno federal rechazó una solicitud de Petróleos Mexicanos (Pemex) para realizar extracción de hidrocarburos mediante la técnica de fracturación hidráulica –conocida como fracking– para la exploración de un pozo petrolero en Poza Rica, Veracruz, reveló ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina en Palacio Nacional.
Sin dar detalles, refirió que, en días pasados, el director de la paraestatal, Octavio Romero Oropeza, pidió autorización para aplicar el fracking en aquella región; sin embargo, agregó el mandatario, el compromiso de su administración es no permitirlo, aun cuando se trate de la propia paraestatal.
Correspondió a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales negar dicha autorización, por lo que el jefe del Ejecutivo pidió a la titular de la dependencia, María Luisa Albores –presente en la mañanera–, hablar al respecto.
La secretaría resaltó que la instrucción presidencial es no autorizar por ningún motivo esa práctica en el país, inclusive ni para explotación petrolera.
Ante las preguntas sobre qué proponía Pemex, cuál era el proyecto y en qué lugar se pretendía realizar, Albores indicó que se trataba de una exploración en Poza Rica, Veracruz.
“Esto que les comentó María Luisa Albores sobre el fracking, dijimos: ‘No al fracking’. Y es una solicitud nada menos que de Pemex. Y ayer mismo le dijimos al director de Pemex: ‘No, fracking no’”, agregó el mandatario federal y comentó que después se darían más detalles.
Con malos antecedentes
No es la primera ocasión en este sexenio en que la paraestatal ha planteado el uso de la fracturación hidráulica. En 2019, la Comisión Nacional de Hidrocarburos expuso que, como parte de su plan de trabajo, Pemex había solicitado realizar esta práctica.
Ese mismo año, la Alianza Mexicana contra el Fracking denunció, con base en información solicitada por transparencia, que Pemex perforó e hizo fracturación hidráulica en tres pozos en yacimientos no convencionales en Puebla y Veracruz, con lo que se contravino el compromiso de López Obrador de no utilizar esta técnica para la exploración de hidrocarburos durante su mandato.
La fracturación hidráulica, exponen documentos de la Alianza Mexicana contra el Fracking, conlleva la ocupación de vastas extensiones de territorio; un solo pozo requiere entre 9 y 29 millones de litros de agua y suele dejar secas las zonas en las que se practica; además de la contaminación de fuentes hídricas que deja a su paso y la exposición de poblaciones a sustancias utilizadas en la perforación, muchas de las cuales pueden causar cáncer y mutaciones.