San Francisco. Las interrupciones relacionadas con la pandemia en las cadenas de suministro mundiales han remitido en su mayor parte, pero sus secuelas siguen siendo responsables de gran parte del exceso de inflación en Estados Unidos, según un análisis publicado el martes por el Banco de la Reserva Federal de San Francisco.

La escasez de abastecimiento provocada por las interrupciones de la cadena de suministro impulsó la mayor parte del repunte de la inflación desde abril de 2021, y la disminución de esas interrupciones desde mediados de 2022 ha contribuido a la desaceleración de la inflación desde entonces, según el documento.

El objetivo de inflación de la Reserva Federal (Fed), medido por el índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE), es de 2 por ciento.

Hace un año, la inflación alcanzó un máximo de 7 por ciento, y las presiones de la oferta contribuyeron a ello en 2.5 puntos porcentuales, según el documento.

En marzo, la inflación PCE cayó a 4.2 por ciento, de la que los choques de oferta representaban alrededor de 1.4 puntos porcentuales.

Aun así, escribieron los economistas de la Fed de San Francisco, Zheng Liu y Thuy Lan Nguyen, la contribución de las presiones de la cadena de suministro a la inflación “sigue siendo positiva, lo que refleja los efectos retardados de la perturbación sobre la inflación”.

El análisis alimentará sin duda un debate crucial en el banco central estadunidense sobre la mejor manera de volver a situar la inflación en el objetivo de 2 por ciento, ahora que la Fed ha elevado su tasa de interés a un rango de 5-5.25 por ciento.

El documento de la Fed de San Francisco sugiere que ya se prevé un descenso adicional de la inflación debido al efecto retardado de la normalización de las cadenas de suministro.

“Si no se producen nuevas perturbaciones en el futuro, la inflación impulsada por las cadenas de suministro debería desaparecer a principios del próximo año”, señalaron los autores en una respuesta por correo electrónico a una consulta de Reuters.

En igualdad de condiciones, esto implicaría que se necesitaría menos política monetaria para volver a situar la inflación en el objetivo de la Reserva Federal.

Pero puede que no todo sea igual. Otro estudio del economista de la Fed de San Francisco Adam Shapiro sugiere un traspaso de la inflación generada por la oferta a la inflación impulsada por la demanda, un proceso que, según los autores del artículo del martes, anula “gran parte de la disminución de la inflación impulsada por la oferta”.

Además, un análisis del ex presidente de la Fed Ben Bernanke y del ex jefe del Fondo Monetario Internacional Olivier Blanchard sugiere que el crecimiento salarial puede tomar el relevo de la escasez de oferta como principal motor de la inflación.

Según esta hipótesis, por la que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha expresado cierta simpatía, para enfriar la inflación es necesario relajar el mercado laboral, lo que a su vez puede requerir un mayor endurecimiento de la política monetaria.

Otras autoridades de la Reserva Federal, como el jefe de la Fed de Chicago, Austan Goolsbee, opinan que el crecimiento salarial dice poco sobre la futura senda de la inflación.

Los responsables de la política monetaria del banco central también están sopesando otras teorías sobre la evolución probable de la inflación, incluida una, expuesta por investigadores de la Fed de San Luis y otros, según la cual el exceso de ahorro está alimentando las presiones sobre los precios de una forma que puede persistir a pesar del aumento de las tasas de interés.