París. La selección de futbol de Nueva Zelanda abandonó durante el descanso un partido amistoso ante Qatar, en Austria, después de que uno de los jugadores del equipo oceánico denunciara haber recibido insultos racistas de un rival.
Nueva Zelanda decidió no regresar al campo a disputar la segunda parte en un partido que iba ganando 1-0.
“Michael Boxall recibió insultos racistas de un jugador catarí en la primera parte. El árbitro no tomó ninguna medida, por lo que el equipo estuvo de acuerdo en no volver para la segunda mitad del partido”, señaló la Federación de Nueva Zelanda en un mensaje en Twitter.
El seleccionador catarí, el portugués Carlos Queiroz, señaló que el capitán de Nueva Zelanda les comunicó al descanso que no retomarían el partido.
“Aparentemente dos jugadores intercambiaron palabras en la cancha. Los jugadores neozelandeses decidieron apoyar a su compañero y nuestro equipo decidió apoyar al nuestro”, declaró Queiroz en la cadena deportiva catarí Alkass.
“El equipo técnico de Nueva Zelanda apoya a su jugador. Nosotros apoyamos al nuestro y ellos decidieron abandonar el partido sin testigos de lo ocurrido”, añadió el veterano preparador portugués.
“El árbitro no escuchó el intercambio, los banquillos y los entrenadores tampoco. Fue simplemente una discusión entre dos jugadores”, continuó.
Queiroz espera que la FIFA investigue el incidente: “Dejemos a las autoridades futbolísticas tomar una decisión sobre lo ocurrido”.
De igual modo, un amistoso entre las selecciones Sub-21 de Irlanda y Kuwait, también disputado ayer en Austria, fue suspendido después de que los irlandeses denunciasen insultos racistas hacia uno de los jugadores del banquillo.
La federación irlandesa anunció hará de conocimiento de la FIFA los hechos. El resultado en el momento de la suspensión en la segunda par-te era de 3-0 a favor de los europeos.