Sidney. El Parlamento australiano aprobó el lunes las leyes que permiten celebrar un referendo histórico sobre derechos aborígenes, en el que los votantes decidirán si los pobladores indígenas tienen una "voz" en la formulación de políticas nacionales.
El Senado aprobó la legislación 52-19, y el primer ministro, Anthony Albanese, deberá definir en las próximas semanas una fecha para el referendo sobre el tema.
Su gobierno de centroizquierda quiere cambiar la constitución para empoderar a los pobladores indígenas, que enfrentan peores condiciones de salud, educación y mayor nivel de encarcelamiento que el resto de los habitantes.
La ministra de Indígenas Australianos, Linda Burney, una aborigen, dijo que el referendo será un momento definitorio para el país.
"Me siento muy emocionada con esto porque veremos las campañas entrar a todo vapor", declaró el lunes a la televisión nacional ABC.
De ser aprobado, los indígenas australianos, que han vivido en el continente por al menos 60.000 años, tendrán derechos constitucionalmente consagrados a ser consultados por el gobierno sobre leyes que impactan sus comunidades.
Pero el debate ha subido de tono con las advertencias de la oposición conservadora de que dividirá al país a lo largo de líneas raciales.
El proyecto tampoco es apoyado universalmente entre los aborígenes australianos, con algunos que cuestionan si es una solución burocrática que tendrá poco impacto real.
Aunque las encuestas iniciales apuntan a que la mayoría de los australianos votarían a favor, algunas consultas recientes indican que el apoyo ha declinado, en medio del duro debate.