Una iglesia colonial que estaba sumergida en las aguas de un embalse en el sur de México quedó al descubierto por la sequía y las altas temperaturas que azotan al país.
El templo dominico del siglo XVI, ubicado en la localidad de Quechula, en el estado de Chiapas, había quedado cubierto de agua casi en su totalidad cuando fue construida una presa en el río Grijalva. Desde entonces, los turistas llegaban en lanchas a visitarla.
Sin embargo, la ausencia de lluvias y las altas temperaturas durante la actual temporada de calor hicieron que la edificación emergiera.
Ahora los visitantes arriban a sus puertas en automóviles y motocicletas. “Muy bonito, impresionante ver después de tantos años que aún existe la pequeña iglesia”, señaló José Eduardo Zea, quien acudió en motocicleta a ver el templo junto con un amigo.
El bajo nivel de la presa empieza a tener efectos en los pescadores de la zona, quienes también se dedican a la cría de peces tilapia. Hace “cinco meses, más o menos, empezó a bajar el agua demasiado, y ya se pasó de lo normal”, expuso Darinel Gutiérrez, quien desempeña dicho oficio. “¿Con qué sostengo a mi familia? Ahorita no tengo nada”, se quejó.
“Cuando llueve hasta se derrumban los cerros, pero ahorita nada”, dijo Dagoberto Gómez, criador de tilapias.
El templo dominico ubicado en la localidad de Quechula, Chiapas, permaneció sumergido casi en su totalidad por el agua de una presa en el río Grijalva. Foto Afp.