Washington. Daniel Ellsberg, el analista militar que filtró en 1971 documentos clasificados sobre los engaños del gobierno de Estados Unidos para planificar la guerra en Vietnam (1955-1975), conocidos como los Papeles del Pentágono, murió ayer a los 92 años en su casa de Kensington, California, diagnosticado con cáncer de páncreas el 17 de febrero pasado, informaron su esposa e hijos en una carta.
“No tenía dolor y estaba rodeado de una familia amorosa”, dice una parte de la misiva que presentó la vocera Julia Pacetti. “Gracias a todos por su gran amor, aprecio y buenos deseos que dieron en los meses anteriores. Todo calentó su corazón al final de su vida”, detalla.
Se unió a la Infantería de Marina en 1954, arrasó en la escuela de candidatos a oficiales y extendió su alistamiento para embarcar a Medio Oriente para la crisis de Suez en 1956. No vio acción, pero se reunió como primer teniente con ideas firmes sobre soluciones militares a problemas internacionales.
Doctorado en Harvard, se unió a RAND Corporation y comenzó a estudiar teoría de juegos aplicada a situaciones de crisis y guerra nuclear. En la década de 1960, habló sobre las respuestas de Washington a la crisis de los misiles en Cuba y los ataques de Vietnam del Norte contra barcos estadunidenses en el Golfo de Tonkin.
En 1964, Ellsberg era asesor del secretario de Defensa, Robert S. McNamara. A medida que se profundizaba la participación estadunidense en Vietnam, fue a Saigón en 1965 para evaluar los programas de pacificación civil. Se unió al general mayor Edward G. Lansdale, el experto en contrainsurgencia, y durante 18 meses acompañó a las patrullas de combate en las selvas y pueblos.
Mientras, a instancias del secretario de Defensa, los funcionarios del Pentágono elaboraban en secreto un informe de 7 mil páginas que cubría la participación de Estados Unidos en Vietnam desde 1945 hasta 1967. Cuando se terminó en 1969, dos de las 15 copias publicadas fueron para RAND Corporation, donde Ellsberg trabajaba.
El analista militar comenzó a sacar a escondidas el estudio ultrasecreto de la oficina de RAND y a copiarlo por la noche en una Xerox alquilada, con su hijo de 13 años y a su hija de 10 años como ayudantes. Se llevó los documentos con él cuando se mudó a Boston para trabajar en el Instituto Tecnológico de Massachusetss y tras revisarlos durante un año y medio, compartió esas páginas secretas con el diario The New York Times.
Los documentos detallaban que las autoridades estadunidenses no podía ganar la guerra y que, sin embargo, había jugado la carta de una escalada militar, lo que ayudó a cambiar la opinión pública sobre la guerra.
El Times publicó su primera entrega de los Papeles del Pentágono el 13 de junio de 1971, aunque el analista llevó la información a otros medios, como a The Washington Post y The Associated Press.
El caso generó una confrontación de la Primera Enmienda entre la administración Nixon y The New York Times, cuya publicación de los documentos fue denunciada por el gobierno como un acto de espionaje que ponía en peligro la seguridad nacional. La Suprema Corte falló en defensa de la libertad de prensa.
La publicación condujo a contramedidas ilegales por parte de la Casa Blanca para desacreditar a Ellsberg, detener las filtraciones de información del gobierno y atacar a enemigos políticos percibidos, formando una constelación de crímenes conocida como el escándalo Watergate, que condujo a la renuncia del presidente Richard M. Nixon (1969-1974).
Con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) persiguiéndolo, Ellsberg se entregó a las autoridades de Boston, se convirtió en un héroe del movimiento contra la guerra y en un traidor de los partidarios de la conflagración, etiquetado de “hombre más peligroso de Estados Unidos” por el entonces asesor de seguridad nacional Henry Kissinger, con quien Ellsberg tuvo alguna vez un trato amigable.
Ellsberg fue acusado de espionaje, conspiración y otros delitos y juzgado en un tribunal federal de Los Ángeles, pero en vísperas de las deliberaciones del jurado, el juez desestimó el caso, citando mala conducta del gobierno, incluidas escuchas telefónicas ilegales, un allanamiento en la oficina del ex siquiatra de Ellsberg y una oferta del presidente Nixon para nombrar al propio juez director de la FBI.
“Ha comenzado la desmitificación y la desantificación del presidente”, comentó después de ser liberado.
La historia de Daniel Ellsberg reflejó la experiencia estadunidense en Vietnam, que comenzó en la década de 1950 como lucha para contener el comunismo en Indochina y terminó en 1975 con una derrota humillante en una guerra corrosiva que mató a más de 58 mil estadunidenses y millones de vietnamitas. camboyanos y laosianos.
Ellsberg se convirtió en un destacado activista de la libertad de expresión y en contra de la guerra de Irak, estableciendo paralelismos entre la participación de Estados Unidos en Irak y Vietnam, y pidió la destitución del presidente George W. Bush (2001-2009).
Expresó temores similares sobre Afganistán durante la administración de Barack Obama (2019-2017), diciendo que tenía el potencial de convertirse en “Vietnamistán” si Estados Unidos aumentaba las tropas allí. Participó activamente en campañas para prevenir la proliferación de armas nucleares y basó su historia en el gobierno para el libro de 2017 The doomsday machine: Confessions of a nuclear war planner (La Máquina del juicio final: Confesiones de un planificador de guerra nuclear), en el que incluyó un documento que alguna vez fue ultrasecreto, el cual muestra que Estados Unidos consideró lanzar ataques nucleares contra los chinos en 1958.
Además, defendió a otros filtradores y denunciantes, entre ellos el fundador de Wikileaks, Julian Assange, el ex analista de inteligencia Chelsea Manning y a Edward Snowden, el contratista del gobierno que reveló detalles de los programas secretos de vigilancia de Estados Unidos y que vive en Rusia.