Madrid. Los resultados electorales en los comicios municipales del pasado 28 de mayo se hicieron realidad en los plenos de los ocho mil 131 ayuntamientos españoles de hoy, en los que se eligieron los nuevos gobiernos y se constató el avance de la derecha española del Partido Popular (PP) en todo el país, que gobernará 30 de 50 capitales de provincia, en algunas de ellos en alianza con el partido de extrema derecha, Vox. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue el gran derrotado en la contienda electoral, de ahí que perdiera gran parte de su poder local, si bien logró la alcaldía de la segunda ciudad más importante del país, Barcelona, tras recibir el apoyo del PP y del izquierdista Barcelona en Comú, con lo que se consumó la salida del gobierno de la ya ex alcaldesa Ada Colau, que gobernó la metrópoli durante los últimos ocho años.
En el juego de negociaciones y pactos del poder municipal en España se registraron las formulas más variadas; las más evidentes fueron las que consagraron las alianzas en formaciones afines, como el PP y Vox, el PSOE y Podemos, o los nacionalistas catalanes entre ellos mismos. Con la excepción del País Vasco, donde todas las formaciones con representación municipal -con la excepción de Vox- se aliaron para intentar neutralizar el ascenso electoral de la coalición de la izquierda independentista EH-Bildu, que finalmente no gobernará ni Vitoria ni Pamplona, a pesar de ser la formación más votada. El PSOE finalmente optó por unirse con los derechistas Partido Nacionalista Vasco (PNV) y PP para arrebatar esos feudos a la izquierda abertzale, a pesar de que en los últimos cuatro años uno de los principales apoyos del PSOE y el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha sido precisamente EH-Bildu.
Pero también se registraron algunas alianzas inesperadoas, como la que dio el poder al PSOE en la ciudad de Barcelona, en Pamplona y en Vitoria, gracias al apoyo del PP, pero también en localidades más pequeñas se dieron algunos pactos puntuales entre la izquierda de Podemos con el PP (que provocó al expulsión de los concejales de la formación morada) o, incluso, el pacto entre concejales socialistas con los de Vox para desalojar del poder al PP, como ocurrió en el pueblo salmantino de Soterrano o en el valenciano de Loriguilla.
Con la constitución de todos los ayuntamientos, el mapa del poder local refleja el ascenso de la derecha en todo el país, con lo que el PP gobernará en 30 capitales de provincia, de un total de 50, más las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. El PSOE gobernará en 10, incluida alcaldía de Barcelona con Jaume Collboni como regidor, y el de Las Palmas, de las Islas Canarias, con la ex ministra Carolina Darias como presidenta municipal.
En las ciudades de Valencia, Palma, Ceuta, Castellón, Sevilla, Albacete, Cáceres, Zaragoza, Alicante, Huelva, Huesca y Segovia, donde el PP se erigió como la fuerza con más apoyos pero por mayoría simple, gobernará en solitario, aunque tendrá que alcanzar acuerdos puntuales. En Madrid, Murcia, Córdoba, Oviedo, Santander, Logroño, Badajoz, Salamanca, Cádiz, Teruel, Málaga, Granada, Almería y Melilla, el PP gobernará con mayoría absoluta. Finalmente, el PP firmó alianzas con la extrema derecha de Vox en seis gobiernos municipales de ciudades importantes, que son los de Burgos, Valladolid, Toledo, Guadalajara, Ciudad Real y Castellón. Estos pactos del PP y Vox es visto por analistas y el resto de fuerzas políticas como la antesala de lo que pueda ocurrir tras de las elecciones generales del próximo 23 de julio, en las que la derecha parte como clara favorito en detrimento de las formaciones que integran el actual gobierno, el PSOE y UP (hoy Sumar), con un fuerte desgaste acumulado por los cuatro años en el poder.
Una de las maniobras más llamativas de las sesiones municipales de esta jornada fueron las que se llevaron a cabo en el País Vasco y parte de Navarra, donde se fraguó una especie de alianza “anti-Bildu” para evitar que esta formación política de la izquierda separatista gobierne en plazas tan importantes como las localidades de Vitoria, Durango y Pamplona, donde fue la más votada, pero en las que el PSOE prefirió aliarse con el PNV y el PP. Aún así, EH-Bildu gobernará en alrededor de 100 localidades vascas y navarras, entre ellas Burlada, Berriozar, Villava, Ansoáin, Tafalla, Berrioplano, Urduliz, Elorrio, Sopelana, Andoáin, Deba, Mondragón, Villafranca de Ordicia, Rentería y Pasajes en Guizpúzcoa, entre otros.