Washington. El presidente Joe Biden llamó ayer al Congreso a “actuar para proteger” a los migrantes que llegaron de niños a Estados Unidos, conocidos como dreamers (soñadores), 11 años después de que él, como vicepresidente, y el entonces mandatario Barack Obama promulgaron el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) con el fin de que pudieran vivir y trabajar en el país sin temor a ser deportados.
Desde que comenzó el programa, los Servicios de Ciudadanía y Migración han aprobado más de 800 mil solicitudes. A finales de 2022 había 580 mil beneficiarios activos.
“Tenemos que proporcionar una vía a la ciudadanía para los dreamers”, indicó Biden en un evento en la Casa Blanca, donde se proyectó la película Flamin’ Hot, dirigida por Eva Longoria.
“Voy a seguir pidiendo al Congreso que apruebe este proyecto de ley que hace precisamente eso”. No ha habido suficiente apoyo en el Congreso para avanzar en la reforma migratoria.
Durante su mandato, Donald Trump quiso ponerle fin al DACA, con el argumento de que era inconstitucional, y por ello el futuro de dicha política es incierta y porque nueve estados pidieron su derogación. Ayer, abogados de dichos estados, el Departamento de Justicia y beneficiarios comparecieron ante el juez federal Andrew Hanen, quien en 2021 declaró ilegal al DACA.
El togado argumentó que el programa no fue sometido a los periodos de difusión y comentarios públicos que requería, y que los estados demandantes se vieron perjudicados.
Por otra parte, más de 100 organizaciones civiles demandaron ayer en una carta al gobierno que rescinda el programa que permite a policías locales ejercer tareas de control migratorio. Trump reforzó dicha iniciativa, que Biden prometió cancelar sin que hasta hoy lo haya hecho.