El Museo de Arte y Diseño (MAD) es un ícono de la ciudad de Nueva York. Ubicado en la glorieta Columbus Circle, dispone de espacios destinados a exposiciones, enseñanza, auditorio, estudios para artistas invitados y, en el último piso, un restaurante con espléndida vista de Central Park.
Actualmente ofrece tres novedosas exposiciones. La primera, Funk You Too! (Púdrete tú también), reúne 50 esculturas en cerámica, expresiones del más irreverente humor y crítica satírica de la generación original del funk más la de artistas contemporáneos. Hay una del mexicano Salvador Jiménez-Flores.
La segunda explora los trajes elaborados con fibra de papel que estuvieron de moda especialmente en Estados Unidos y Gran Bretaña en los años 60. Dicho material fue precursor de fibras similares, como el rayón y el poliéster.
El diseño gráfico audaz y colorido de esa efímera moda se muestra a través de más de 60 prendas y accesorios inspirados en el arte pop y las expresiones contra la guerra de Vietnam. En uno de los trajes, está el rostro de Bob Dylan.
La tercera es la más concurrida y requiere boleto especial para verla: Taylor Swift: Storyteller, espléndido recorrido por la trayectoria de quien, a sus 34 años, ocupa un lugar privilegiado como cantautora, empresaria, actriz y productora, que con sus composiciones une generaciones y no se encasilló en el pop, pues recurre también al country. Además, utiliza las redes sociales para estar en contacto con sus admiradores, mostrándose tal cual es.
El MAD logró reunir los trajes más emblemáticos, accesorios y otras prendas utilizadas por la cantante en sus principales giras, en la televisión, en los videos, en las 11 películas en que ha intervenido, en la entrega de premios a colegas y que reflejan su personalidad y el mensaje que desea transmitir a sus seguidores. Está el bellísimo que usó en 2016 cuando fue la principal anfitriona de los invitados a la Gala del Museo Metropolitano.
En lugar destacado está la guitarra con incrustaciones de cristal que usó para su álbum Speak Now. Varias pantallas muestran los videos emblemáticos de su carrera; en diversas paredes hay copias de las letras de sus temas más exitosos. Además, su poema Monster In My Closet, con el que ganó, cuando era joven estudiante, un concurso nacional de poesía.
Taylor Swift y el icónico MAD, una perfecta combinación.