La ópera barroca Acis, Galatea y Polifemo, del compositor Georg Friedrich Haendel, se basa en un mito antiguo que es importante en la contemporaneidad porque toca temas humanos actuales y no resueltos: el abuso de los poderosos que siempre quieren oprimir a los más débiles, el dominio sobre la mujer y el respeto por el amor, sin que tenga límites ni etiquetas, señaló la creadora escénica Julia Vanscoit sobre el montaje con música y danza que se presentará en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) en tres funciones.
“Nuestra intención es hablar del amor como uno de los sentimientos humanos más puros”, señaló la creadora en el Teatro de las Artes, donde se ofreció una conferencia de prensa sobre esta serenata cantada en italiano a tres voces, que se funde en un juego de espejos con igual número de bailarines para relatar la trágica historia de los amantes sicilianos. Se trata de una puesta en escena de Vanscoit, Fabiano Pietrosanti y Ana Bunjak, con la coreografía de Claudia Lavista y bajo la batuta de Christian Gohmer.
En la obra se relata la historia de amor entre la ninfa marina Galatea y el pastor Acis. El cíclope Polifemo, enfermo de furia y celos, intenta poseer a Galatea. Horrorizada, ella se arroja al mar para convertirse en espuma. En venganza, el villano mata a Acis. Las lágrimas desesperadas y la sangre se transforman en un río que reúne a los enamorados en un abrazo eterno.
En un ambiente poético y atemporal, la ópera-danza juega con los símbolos del agua, que representa a Galatea, la tierra a Acis y el fuego a Polifemo, en una estética que no corresponde con la del periodo barroco.
“La escenografía es gigante, con algunos símbolos mitológicos, además de videos con elementos pictóricos del mar, el fuego y el magma que se transforman según las emociones, del mismo modo la iluminación.”
La coreógrafa y bailarina Claudia Lavista describió que sus compañeros no están relegados, sino que hacen un trabajo a la par. “Van a ver la fuerza expresiva de las voces y de la actuación de los cantantes con la fuerza expresiva de los cuerpos en escena, que están totalmente integrados y tienen el mismo peso”.
Describió la construcción estética como juego de espejos, en el que de pronto aparece el amor universal, como puede ser en Grecia o ahora en la Ciudad de México. “Hemos tratado de hacer esta abstracción simbólica de múltiples imágenes que nos hablan a los contemporáneos”.
Christian Gohmer, quien estará al frente de 16 músicos integrantes de la camerata Tempus Fugit, especializada en música contemporánea y al mismo tiempo en ópera barroca, informó que es la tercera vez que participan con una pieza de Haendel.
“Las óperas barrocas no responden necesariamente a necesidades artísticas, sino a veces sociales. Esta cantata, compuesta para una boda en 1708, tres años después se vuelve a utilizar para otra boda. Todas las óperas de Haendel son un referente histórico para lo que sucede después.”
Agregó que en esa época la preponderancia estaba en los cantantes y Haendel tenía a la mano tres grandes virtuosos: una soprano que hizo el papel de Acis, aunque es un personaje masculino; Galatea, aunque es mujer fue interpretada por un castrado me-zzosoprano en su estreno, y Polifemo siempre fue un bajo. “Estas óperas estaban escritas para personas específicas, con sus cualidades y hasta sus defectos”, por lo que se convierten en obras sumamente complejas para alguien diferente a quien se compuso.
Haendel tuvo el gran genio de escribir música con alto contenido y el lucimiento de la voz, sumamente virtuosa, pero con expresividad artística muy profunda, que ha trascendido en la historia.
El libreto de Nicola Giuvo está basado en Las metamorfosis, del poeta romano Ovidio, escrito en el año 8 dC. Los versos serán interpretados por la soprano Daniela Rico como Acis, el bajo barítono Josué Cerón en el papel de Polifemo y la mezzosoprano Guadalupe Paz como Galatea. Mientras, en un reflejo corporal, los tres personajes se encarnarán en los cuerpos de los bailarines Ilse Orozco, Paulina Espinosa y Octavio Dagnino.
Vanscoit destacó que se busca contar una historia con las emociones y no quedarse nada más en la superficialidad de la historia, profundizar por medio de los sentidos. Esta es una de las grandes riquezas de la ópera, porque lo que no entra por lo visual lo hace por lo sonoro, lo corpóreo, por la historia y finalmente todas las artes confluyen en el proyecto.
Las funciones de Acis, Galatea y Polifemo se ofrecerán el viernes 23 de junio a las 20 horas, el sábado 24 a las 19 y el domingo a las 18 horas, en el Teatro de las Artes del Cenart, ubicado en Río Churubusco 79, colonia Country Club.