Con la frase “no es un adiós, sino el inicio de una decisiva etapa del futuro de nuestra patria”, se despidió Claudia Sheinbaum de la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México para buscar la candidatura presidencial de Morena de cara al proceso electoral de 2024.
Ante más de 80 mil asistentes –de acuerdo con estimaciones oficiales– que desbordaron la plaza de la República, la mandataria señaló que ahora saldrá a encontrarse con el pueblo de México para dar continuidad a la Cuarta Transformación de la República y hacer realidad que una mujer encabece los destinos de la nación.
A unas horas de registrarse para participar en la encuesta nacional de Morena que definirá al abanderado presidencial, Sheinbaum dijo sentirse confiada en cumplir con el objetivo de darle una verdadera continuidad a la transformación iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, tras señalar que la honestidad siempre da resultados.
Frente al Monumento a la Revolución, donde se dispuso el templete, la mandataria estuvo acompañada de representantes de los poderes Judicial y Legislativo locales, alcaldes de su partido e integrantes de su gabinete para llevar a cabo lo que llamó un encuentro ciudadano de rendición de cuentas que devino en un acto de respaldo a sus aspiraciones políticas.
Desde muy temprano, en microbuses y autobuses comenzaron a llegar de distintos puntos de la ciudad simpatizantes de ese partido, organizaciones sociales, comerciantes, productores del campo, así como trabajadores del gobierno capitalino que se hicieron presentes con banderines, pancartas, mantas gigantes y hasta un dirigible. Algunos contingentes arribaron con cohetes y música de tambora.
Arropada por la multitud que se mantuvo bajo el sol a plomo, la mandataria sostuvo que no habrá ni un paso atrás en la transformación e irá al encuentro con el pueblo de México.
“¿Me van a acompañar en esta hazaña?”, inquirió a los presentes, quienes en respuesta, en repetidas ocasiones le prodigaron el grito de “¡presidenta!, ¡presidenta!”, al tiempo que hacían sonar tambores, matracas y agitaban sus banderines.
“Es tiempo de continuar con la transformación, profundizar en el bienestar del pueblo de México. Hemos hecho historia, seguimos haciendo historia y vamos a seguir haciendo historia”, arengó.
En su mensaje de poco más de una hora, la mandataria aseguró que México ya no se escribe con M de machismo, sino con M de madre y M de mujer, pues es una patria libre y soberana que está escribiendo el capítulo de la igualdad, de la justicia y de la revolución de las conciencias.
Después de recapitular las acciones de su gobierno, refirió que hace casi cinco años 2.6 millones de capitalinos depositaron su confianza en ella para rescatar la capital del país, erradicar la corrupción, los privilegios, el espionaje, la compra del voto, el moche, la autorización de desarrollos inmobiliarios ilegales a cambio de departamentos para la familia y la frivolidad como forma de gobierno. “Puedo decir con orgullo que lo hemos logrado”, puntualizó.
Cerró su discurso con vivas al país y a la Cuarta Transformación, tras agradecer a los capitalinos por permitirle gobernar “esta maravillosa ciudad”, por seguir animando la esperanza y continuar a su lado.