Washington. Al defender al fiscal especial, Jack Smith, que llevó al ex presidente Donald Trump a enfrentar 37 cargos federales, el fiscal general, Merrick Garland, rechazó ayer que ese juicio equivalga a utilizar el Departamento de Justicia como arma contra oponentes políticos.
“Como dije, cuando nombré al señor Smith lo hice porque subraya el compromiso del Departamento de Justicia tanto con la independencia como con la rendición de cuentas”, señaló Garland al responder preguntas en conferencia de prensa al comienzo de una reunión con los fiscales.
Aseguró que “Smith es un veterano fiscal de carrera. Ha reunido a un grupo de fiscales y agentes con experiencia y talento que comparten su compromiso con la integridad y el estado de derecho. Cualquier pregunta sobre este asunto tendrá que ser respondida por sus alegaciones ante el tribunal. Como saben, no puedo hablar sobre los detalles de este o cualquier otro asunto penal en curso”, detalló.
Esta es la primera vez que el fiscal general comenta públicamente el caso, y ocurrió un día después de que Trump se declaró inocente ante un tribunal de Miami de los 37 cargos penales federales que le imputan, entre ellos la “retención ilegal de información relacionada con la seguridad nacional”, por guardar documentos ultrasecretos después de dejar la Casa Blanca en 2021 y mentir a los funcionarios que trataron de recuperarlos.
Cuando se le preguntó por la participación que tuvo en el proceso federal, Garland respondió: “Mi papel es completamente coherente con las regulaciones que establecen las responsabilidades del fiscal general bajo las regulaciones sobre el fiscal especial, y seguí esas regulaciones”.
En las últimas semanas, Donald Trump intensificó sus ataques contra el Departamento de Justicia y los fiscales ante la serie de antecedentes penales que enfrenta. Tras declararse inocente en la causa federal, comentó en tono desafiante en Nueva Jersey: “El fiscal del caso, llamaré nuestro caso, es un matón. Lo he llamado Jack Smith transtornado”.
Esta batalla legal federal se desarrollará en los próximos meses, mientras el magnate continuará su campaña bajo el Partido Republicano para recuperar la presidencia en las elecciones de noviembre de 2024. Podría pasar un año o más antes de celebrarse un juicio.
Indefendible
El ex vicepresidente de Trump, Mike Pence, quien también figura como aspirante a la presidencia por los republicanos, dijo que las acusaciones contra su antiguo jefe representan “cargos muy serios”, por lo que aseguró: “no puedo defender lo que se alega”.
En entrevista con el consejo editorial del periódico The Wall Street Journal, Pence indicó que “el (ex) presidente tiene derecho a su día en el tribunal, tiene derecho a presentar una defensa y quiero reservarme el juicio hasta que tenga la oportunidad de responder”.
Destacó que “nadie está por encima de la ley”, pero defendió que el ex mandatario es “inocente hasta que se demuestre su culpabilidad”. Consideró que le resulta “difícil creer que la política no ha jugado algún papel” en la decisión del fiscal.