Washington. Las ventas minoristas en Estados Unidos aumentaron de forma inesperada en mayo, debido a que los consumidores compraron vehículos de motor y una serie de otros bienes, lo que podría ayudar a sostener la economía este trimestre.

Las ventas minoristas aumentaron 0.3 por ciento el mes pasado, tras subir 0.4 por ciento en abril, informó el jueves el Departamento de Comercio. Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado un descenso de las ventas de 0.1 por ciento.

Las ventas al por menor son principalmente de bienes y no se ajustan a la inflación. Los servicios de comida y bebida son la única categoría de servicios en el informe de ventas al por menor.

Aunque la inflación y el alza de las tasas de interés están haciendo que los consumidores sean más selectivos y sensibles a los precios, el gasto se ha mantenido firme, gracias a los fuertes aumentos salariales derivados de un mercado laboral tenso. Algunos hogares aún conservan ahorros acumulados durante la pandemia del covid-19.

La Reserva Federal (Fed) mantuvo las tasas sin cambios el miércoles por primera vez desde marzo de 2022, cuando el banco central estadunidense se embarcó en su campaña de endurecimiento de la política monetaria más rápida en más de 40 años.

Pero la Fed, que ha subido el costo del crédito en 500 puntos básicos en este ciclo de endurecimiento, todavía anticipó aumentos de tasas este año. El presidente de la entidad, Jerome Powell, dijo a periodistas que el mercado laboral sorprendió a muchos “con su extraordinaria resistencia”, añadiendo que era “realmente el motor, parece que está impulsando la economía”.

Aunque la tasa de desempleo subió a un máximo de siete meses de 3.7 por ciento en mayo, sigue siendo muy baja para los estándares históricos.

Excluidos los automóviles, la gasolina, los materiales de construcción y los servicios alimentarios, las ventas al por menor aumentaron 0.2 por ciento el mes pasado. Los datos de abril se revisaron ligeramente a la baja para mostrar que las ventas minoristas subyacentes crecieron 0.6 por ciento en lugar de 0.7 por ciento comunicado anteriormente.

Las ventas minoristas subyacentes se corresponden más estrechamente con el componente del gasto de consumo del producto interno bruto (PIB).

El gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica estadunidense, subió a su ritmo más rápido en casi dos años en el primer trimestre, compensando el lastre que supuso para el crecimiento del PIB la fuerte desaceleración de los inventarios. La economía se expandió a un ritmo anualizado de 1.3 por ciento el pasado trimestre.

La Fed de Atlanta estima actualmente que el PIB crecerá a un ritmo de 2.2 por ciento en el segundo trimestre.

La resistencia del mercado laboral se vio confirmada por otro informe del Departamento de Trabajo del jueves, según el cual las solicitudes iniciales de subsidios estatales de desempleo se mantuvieron sin cambios a un nivel desestacionalizado de 262 mil en la semana finalizada el 10 de junio. Los economistas encuestados por Reuters habían previsto 249 mil solicitudes para la última semana.