La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos decidió hacer una pausa en el incremento de las tasas de interés, tras 15 meses de aumentos consecutivos, pero señaló que vendrían más subidas hasta situar el precio del dinero en un techo de entre 5.5 y 5.75 por ciento en este año. Dicha proyección fue una sorpresa para los economistas e inversionistas en el mundo.
Por primera vez desde marzo de 2022, tras 10 alzas consecutivas, equivalente a 5 puntos porcentuales –el mayor endurecimiento desde 1980–, la decisión, que fue unánime entre los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed, dejó la tasa de referencia de fondos federales en un rango objetivo de entre 5 y 5.25 por ciento.
En su comunicado de prensa, la Fed, que preside Jerome Powell, dejó entrever que la política monetaria aún podría sufrir cambios en las próximas reuniones si los datos económicos lo ameritan, sobre todo si el mercado laboral se mantiene sólido o la inflación sigue alta.
“Mantener estable el rango objetivo en esta reunión le permite al Comité evaluar información adicional y sus implicaciones para la política monetaria. Para determinar el grado de endurecimiento ‘adicional’ de la política que puede ser apropiado para regresar la inflación al objetivo de 2 por ciento, el Comité tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, los rezagos con los que la política monetaria afecta la actividad económica y la inflación, y los factores económicos y financieros”, afirmó la autoridad monetaria.
Con una inflación anual de 4 por ciento en mayo, la Fed considera que existe margen para elevar el precio del dinero, los funcionarios del banco central prevén un aumento adicional de 0.5 puntos porcentuales en lo que resta del año, más de lo que pronosticaban en marzo pasado. Además retrasan para 2024 el descenso de tasas de interés.
Cifras alegres
La revisión al alza del crecimiento económico (de 0.4 a uno por ciento) y de la disminución de la tasa de desempleo (de 4.5 a 4.1 por ciento) por parte de la Fed para 2023, afianzan la expectativa de que la economía de Estados Unidos presente un aterrizaje suave y no que la política restrictiva la lleve a un terreno recesivo prolongado y agresivo.
“Si se cumplen las expectativas de la Fed, la actividad económica de México podría ver un mayor crecimiento, beneficiado por esta mayor actividad de nuestro principal socio comercial, en mayores exportaciones y remesas”, entonces, no se descarta que se sigan haciendo revisiones al alza del PIB para este año afirmó Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico de Monex Casa de Bolsa.
La Fed estima que el desempleo terminará el año en un nivel de 4.1 por ciento, lo cual es positivo para la actividad económica de México, pues si esto ocurre esto quiere decir que el mercado laboral de Estados Unidos va a seguir estando fuerte.
“Lo anterior va implicar que se seguirán recibiendo remesas, sin duda contagiará de manera positiva al sector manufacturero del país; así como un mayor consumo”, destacó la especialista.