Y ahora… ¿quién podrá salvarnos? La decisión de la secretaria Rosa Icela Rodríguez –quien no aceptó ir como suplente ni para el gobierno de la ciudad ni en la Secretaría de Gobernación– crea un muy peligroso vacío en la capital que puede cambiar toda perspectiva política construida hasta ahora.
Para la derecha fue una bocanada de oxígeno. La intempestiva determinación puso de buenas a la oposición que se sentía derrotada si enfrentaba a la opción Rosa Icela, pero que ahora, con la casi seguridad de que Clarita Brugada sea la candidata, están seguros de tener una oportunidad muy grande de ganar.
Y es que ven en la alcaldesa en Iztapalapa la rival más débil y no cuentan con la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, porque la miran en algún lugar del Poder Legislativo; es decir, piensan que Clarita será la puerta por donde entren para cambiar el destino de la CDMX, porque ellos le van a ganar.
También se dice que la reconciliación entre Chucho Monreal y el Zócalo habla de la posibilidad de que el zacatecano se vista de candidato para esta ciudad, porque a Clarita no le alcanza, aunque Mario Delgado –que también quiso y no se le hizo–, asegura que en la capital “toca mujer”, o sea que Morena, según sus reglas, tendrá candidata y no candidato para el gobierno local.
Total, la capital está en peligro, en un callejón sin salida. Por lo pronto, Martí Batres se convertirá en el suplente de la jefa de Gobierno. La escena del anuncio contaba una historia poco conocida.
Primero fue el nombre de la secretaria de Administración y Finanzas, Luz Elena González, el que sonó fuerte, y junto con el de ella desapareció el de Omar García Harfuch, quien parecía seguro, pero luego el jefe de la policía volvió a aparecer y se le consideró como seguro.
No obstante, el martes la mandataria había decidido proponer al Congreso local el nombre de su secretario general de Gobierno, a quien se le considera un operador importante de Clarita Brugada.
Por eso es importante la designación. Hoy la alcaldesa de Iztapalapa tiene el control de Morena en la ciudad y por eso mismo Martí, desde lo más alto del gobierno local, puede ser un factor que le haga el favor a Clarita.
El problema son los ciudadanos, a los que no se le ofrece opción. Cualquiera de los nombres que se manejan en Morena parecen no alcanzar para gobernar una ciudad como ésta, pero también son el pretexto perfecto para que los votos se alejen de la 4T.
De pasadita
¿Se acuerdan de Miguel Ángel Vásquez, aquel operador del gobierno pasado que ha sido acusado de varios delitos y que está encarcelado? Pues al final de cuentas parece que llegó a un acuerdo con la fiscalía y que cooperó hasta ganarse eso que se llama “criterio de oportunidad”.
Debido a eso es que dentro de poco quizás pueda recobrar su libertad, aunque tal vez primero tenga que pagar con algún periodo corto y acordado parte de una pena que le imponga la justicia.
Vásquez resultó ser uno de los personajes más oscuros del gobierno pasado, y al mismo tiempo un factor muy importante para amarrar una serie de cabos sueltos que parecían no tener solución.
De todas formas, la fiscalía tendrá que dar a conocer parte de los acuerdos o las formas a las que se llegó con el que fuera una pieza muy importante en el manejo de los recursos de la capital del país. El asunto es que, cuando eso suceda, la operación de la misma fiscalía tendrá que hacerse con destreza legal, y de eso Ernestina Godoy sabe, y sabe mucho.