Como se tenía previsto, la senadora del PAN Xóchitl Gálvez no pudo entrar a la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador para hacer efectivo un amparo a su derecho de réplica. La puerta de acceso a Palacio Nacional permaneció cerrada.
De nada le sirvió la trifulca que se armó para poder ingresar a la calle de Moneda, en la que simpatizantes de Morena pretendían impedirle el paso y seguidores del PAN empujaban para que entrara. En la turbamulta, varios cayeron al piso.
Más tarde, López Obrador explicó sus razones: “que hagan sus manifestaciones, porque ellos lo que están haciendo ni siquiera es propaganda, es publicidad (…) quiere ser candidata, no sé, a jefa de Gobierno, a la Presidencia (…) Allá que se vaya, a donde viven los fifís, y ellos van a votar por ella, segurísimo”.
–¿Ya se apeló esta resolución, este amparo?
–Pues yo creo que sí. Pero eso es todo.
El seguimiento legal quedará a cargo de la Consejería Jurídica del Ejecutivo federal.
Empujones y manotazos
Todo empezó minutos antes de las seis de la mañana cuando Xóchitl Gálvez llegó al Zócalo capitalino a bordo de una bicicleta eléctrica. Pretendió dar un mensaje sobre las razones de su presencia y la resolución de un juez que le permitía refutar, en la rueda de prensa, los dichos del mandatario, pero fue imposible escucharla, entre los gritos de apoyo y repudio que recibió y el ulular de un megáfono que portaban sus partidarios.
Las consignas de “¡fuera Xóchitl!”, “¡ratera, que te largues!” “¡botarga!” se mezclaron con las de “¡no estás sola!”, “¡no estás sola!”, “¡presidenta!” De los dichos, pronto se pasó a los empujones y los manotazos.
Entre la turbamulta, la panista logró pasar el cordón de seguridad instalado en Moneda. Pero de nada le valió porque encontró cerrada la puerta de Palacio Nacional.
Tocó varias veces con los nudillos. “¿No hay timbre?”, preguntó la senadora. Pero fue infructuoso. La puerta siguió cerrada.
Tras media hora de espera, optó por retirarse, no sin dejar de señalar que notificará al juez de lo sucedido y estará a la espera de una nueva determinación de su parte. Lamentó que el Presidente ignore una orden judicial.
En su conferencia, López Obrador aludió al respaldo que dio Vicente Fox a Gálvez y descalificó “su hipocresía” porque, en su momento, arremetió contra la pensión para adultos que otorgó el gobierno de la ciudad, “porque llevaría al país a la quiebra”. Lo calificó de “cinicazo” por tratar de arrogarse la autoría de dicho programa.