Annecy, Francia. Derrochando simpatía y sencillez, al que por mucho consideran el mejor cineasta del mundo, Guillermo del Toro llegó a Annecy para compartir con el público parte de su larguísima experiencia en el cine de animación.
Una cátedra sobre este género cinematográfico cuya historia con Guillermo del Toro se remonta a su infancia, a la tierna edad de 8 años.
El título de su ponencia Sobre la Animación no dejaba lugar a dudas que cualquiera con o sin experiencia en este ámbito, saldría con la sensación no solo de haber aprendido mucho, sino también de haber escuchado a un amigo que generosamente comparte su largo camino en este universo del cine animado.
Guillermo se dirigía a su público de manera afable y relajada, inspirando confianza sin pretender ser el maestro, sino compartiendo también la tan humana idea de perfección a la que él confesó odiar de manera tajante.
Stop Motion, la religión de Guillermo del Toro
El Stop Motion por sus siglas en inglés es una técnica de animación en volumen de fotograma a fotograma; consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas.
Explicó que dentro de la animación si hay algo que le apasiona es la técnica del stop motion, también conocida como animación por fotograma o sea las imágenes que se suceden unas a otras. En esta técnica se simula el movimiento con objetos estáticos, movimientos consecutivos en que los objetos cambian de posición ligeramente para dar la impresión de que los objetos se van moviendo por si mismos.
Los objetos se manipulan a mano, pueden ser figuras articulables de diferentes materiales como por ejemplo barro o plastilina.
Guillermo del Toro lo explicaba así; “En otro tipo de animación hay una computadora entre el creador y la imagen, pero con el stop motion es como estar en contacto directo y jugando con los juguetes o las imágenes que tu creaste; estas tocando tus modelos, tus muñecos y es algo mágico y conmovedor; el stop motion es cine hecho a mano, odio la perfección, en este tipo de cine si necesitas una silla o una flor, tu tienes que hacerla, soy adicto a la stop motion”.
Del Toro se dirigía permanentemente a su público, de manera puntual a los jóvenes talentos que se encuentran desarrollando su trabajo en el cine de animación, los motivaba a no desistir, a seguir adelante y defender sus proyectos y así continuaba; "Los que hacen cine de animación son gente rara pero ya estamos acostumbrados a ser raros y dentro de esa gente medio rara los que hacen cine de animación stop motion son los más raros y lunáticos en este mundo; no creo que se deba ser práctico y racional para crear arte, el arte es la cosa mas necesaria para este mundo material, para el mundo espiritual y el stop motion es mi religión”.
La directora del Festival de Guadalajara en el jurado
Estrella Araiza que se encuentra como invitada al festival como jurado, haciendo un breve pausa en su apretada agenda con la importante responsabilidad a cuestas que asumió para el festival de Annecy, con la amabilidad que la caracteriza, comentó para La Jornada: “estoy muy contenta y he visto muchas películas espectaculares y bellísimas; me gusta muchísimo todo lo que está pasando con México en Annecy, es muy emocionante ver la inercia, específicamente con algo que es tan poderoso como la animación”, recalcó.