Madrid. El banco suizo UBS completó la adquisición del que fuera su gran rival, Credit Suisse, poniendo fin a casi tres meses de incertidumbre desde que el pasado 19 de marzo, con la intervención de las autoridades suizas, las partes pactaran la mayor fusión bancaria en Europa desde la crisis financiera de 2008.
La culminación de la transacción, anunciada en una carta abierta publicada en medios suizos e internacionales, pone fin a los 167 años de historia de Credit Suisse y da origen a un nuevo gigante bancario.
“Es el comienzo de un nuevo capítulo para UBS y para la industria financiera mundial”, señalan el presidente de UBS, Colm Kelleher, y el consejero delegado del banco, Sergio Ermotti.
“Combinaremos las habilidades, la escala y el liderazgo en gestión patrimonial de UBS y Credit Suisse para crear una institución financiera integrada aún más fuerte (...) Sabemos que enfrentaremos desafíos. Pero también sabemos que se presentarán grandes oportunidades”, añaden.
Según lo pactado, los accionistas de Credit Suisse recibieron una acción de UBS por cada 22.48 acciones en su poder. El acuerdo de rescate pactado el pasado 19 de marzo elevaba a más de 3 mil millones de francos suizos el importe de la operación.
Tras el cierre de la fusión, las acciones de Credit Suisse dejarán su sitio en el selectivo Swiss Market Index de la Bolsa de Zúrich a las del grupo suizo de logística y transporte Kuehne+Nagel, que empezarán a cotizar a partir de este martes.
El pasado viernes, el gobierno de Suiza y UBS suscribieron un acuerdo por el que las arcas públicas cubrirán hasta 9 mil millones de francos suizos en posibles pérdidas de una cartera de activos de Credit Suisse una vez completada la adquisición.
La Comisión Europea aprobó el pasado 25 de mayo sin condiciones la fusión, poco más de dos meses después del colapso, tras constatar que la operación no planteará problemas de competencia en el Espacio Económico Europeo.