Si bien la colocación de implantes mamarios busca mejorar la calidad de vida, sobre todo si se trata de una cirugía de reconstrucción tras el cáncer, puede derivar en “historias de terror” si no es realizada por médicos certificados y en hospitales acreditados, como que se use una prótesis reciclada o muestras médicas.
Es la cirugía de este tipo más realizada en el país, refiere a La Jornada Juan José Ruiz Treviño, cirujano plástico, estético y reconstructivo. Se efectúan al año más de 65 mil de estos procedimientos, que también “empoderan a las mujeres” y les brindan “mejores oportunidades laborales”, sea cual sea el área en que se desempeñen, porque les da “mayor seguridad”.
Ruiz Treviño expone que en su práctica médica “me ha tocado retirar implantes que incluso dicen que son muestras médicas y he visto otras cosas espantosas, como sacar prótesis recicladas”, es decir, usadas y resterilizadas.
Hugo Vázquez, ginecólogo oncólogo que reconstruye las mamas tras una mastectomía, remarca que es “muy importante que las mujeres sepan qué implante tienen”, por eso las marcas reconocidas proporcionan a las pacientes los documentos con todos los datos del material y la garantía.
“A muchas, con la emoción de que se verán mejor se les olvidan los aspectos reales de seguridad. Si en un lugar te cobran 120 mil pesos y en otro 40 mil, debe parecerles raro tanta diferencia en precio, y habría que empezar a preguntarse incluso si los implantes son nuevos. Es increíble, pero hay pacientes que traen un implante de uno y otro de otro, porque son reusados. En el mundo oscuro los ponen a muy bajo precio”.
Destaca que otro aspecto, que “es de sentido común”, es que el médico tenga la especialidad por la que se le contrata.
Ruiz Treviño añade que hace unos años retiró dos implantes de cada seno a una paciente, “y estaban encapsulados”. También supo que hace un tiempo, en un grupo de Facebook, “una mujer estaba vendiendo los implantes que le quitaron casi nuevos. ¡En qué cabeza cabe ofertarlos, y en qué cabeza, comprarlos!”
Para evitar esas prácticas, señala, cuando los retira “les doy un tijeretazo para romperlos y no lleguen al mercado negro”. Detalló que se deben desechar mediante incineración, que llevan a cabo empresas especializadas.
Las marcas más reconocidas de implantes mamarios están en Estados Unidos, Alemania, Francia, Inglaterra y Brasil, y son las que más invierten en investigación y desarrollo en la materia.
Existen “diferentes calidades”, porque “han evolucionado mucho desde que surgieron a fines de los años 50, sobre todo en los pasados 10 a 15 años. Hay mejores texturas y características del gel, algunos son muy ligeros, están rellenos de silicón.
“Ahora existen implantes lisos, con textura, anatómicos, con forma de gota, redondos y cubiertos de poliuretano”, y sus precios son diversos, pero unos de buena calidad pueden costar mil 800 dólares por par.