El Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) cuenta con todos los elementos para hacer “demandas muy específicas” a los estados y a quienes tienen la obligación de ejercer acciones de autoridad respecto a las Regiones de Emergencia Sanitaria y Ambiental (RESA) o “infiernos ambientales”, donde las cargas de enfermedad “son varios cientos de veces superiores a las que enfrentan poblaciones que están fuera de esos perímetros de padecimientos y muerte prematura”, aseguró Elena Álvarez-Buylla, directora general del consejo.
En entrevista con La Jornada, destacó el caso de la cuenca del Alto Atoyac, reconocida por el Conahcyt y por las secretarías de Salud (Ssa) y Medio Ambiente (Semarnat) como una RESA, debido a los graves efectos de la contaminación de sus cuerpos de agua superficiales y subterráneos, el daño a sus ecosistemas, a los suelos agrícolas y por los efectos de la contaminación en la salud de sus habitantes.
La directora general del Conahcyt anunció que en las próximas semanas se hará público un dossier sobre la RESA del Alto Atoyac, que afecta a comunidades de Puebla y Tlaxcala, con el fin de impulsar acciones de prevención en beneficio de los habitantes que pueden estar en riesgo de padecer enfermedades graves, vinculadas a los altos índices de contaminación.
Explicó que con el modelo de IMSS-Bienestar ya se cuenta con una guía de prevención y atención oportuna de personas que “pueden estar por enfermar, entonces en vez de buscar al azar, ahora hay guías concretas, y en pocas semanas, porque así nos lo ha pedido el secretario de Salud (Jorge Alcocer), vamos a presentar un dossier de la RESA del Alto Atoyac que impacta áreas tanto de Puebla como de Tlaxcala”.
Explicó que se trata de un esfuerzo de colaboración en la que participan no sólo distintas secretarías de Estado, sino especialistas, científicos, colectivos sociales y las propias comunidades afectadas. El estudio de las RESA, agregó, es parte de las investigaciones que se impulsan en los Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces) tanto de Agua como de Agentes Tóxicos y Procesos Contaminantes.
Recordó que en septiembre de 2021, el Conahcyt suscribió un convenio marco con la Ssa y Semarnat para impulsar políticas de restauración ecológica con la participación comunitaria, a fin de generar el diagnóstico y establecimiento de las RESA.
Con este instrumento jurídico, agregó, se logró integrar las capacidades de las tres dependencias, a fin de atender la grave emergencia ambiental denunciada por décadas por diversas organizaciones y colectivos comunitarios acompañados de científicos y especialistas comprometidos con la preservación ambiental.
Destacó que en las investigaciones de las diversas RESA que existen en el país, se estima que 75 por ciento de la población ya reside en un entorno altamente contaminado, es que mucho de este daño ambiental “se hace evidente en los cuerpos de agua, por lo que debemos trabajar muy de la mano con Profepa y Conagua para que se refuercen las regulaciones en las descargas tóxicas y regularlas de forma más estricta”.