En un solo día en diversas comunidades del municipio de Hopelchén, Campeche, se encontraron millones de abejas muertas. No ha sido la única vez, pues desde hace más de una década se vive en esta región una grave crisis ambiental como consecuencia directa de la deforestación inmoderada y el uso excesivo de agrotóxicos.
En el contexto del Día Mundial de las Abejas (20 de mayo), representantes de comunidades mayas de Hopelchén presentaron un juicio de amparo ante juzgados federales por la puesta en marcha de diversas prácticas agroindustriales que, entre otros daños, ha provocado el aniquilamiento sistemático de este insecto, como el ocurrido el 22 de marzo de este año, cuando se afectaron 110 apiarios pertenecientes a 80 apicultoras y apicultores, un total de 3 mil 365 colmenas y millones de ejemplares muertos, en lo que se considera “uno de los casos más graves de intoxicación de abejas en México, derivado de fumigaciones con plaguicidas altamente peligrosos y tóxicos” para este insecto, entre ellos fipronil, cuyo uso está prohibido en 36 países del mundo.
En un pronunciamiento firmado por las organizaciones Kolel Kab, Alianza Maya por las Abejas Kabnalo’on y Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes, se advierte que tanto la deforestación como el uso de agrotóxicos han sido denunciados desde hace años, sin obtener ninguna respuesta por parte de las autoridades que “ponga freno a la degradación ambiental y ecológica que se vive en el municipio”.
Por eso, el pasado 19 de mayo los apicultores y apicultoras mayas presentaron el juicio de amparo en el que reclamaron el incumplimiento de las autoridades de los tres niveles de gobierno de garantizar los derechos al medio ambiente sano y el derecho que tienen como pueblo originario.
El Juzgado Segundo de distrito de Campeche admitió la demanda y otorgó una suspensión provisional “con el objetivo de evitar un daño al medio ambiente irreparable”. Y, lo más importante, por primera vez en México se abre la posibilidad, con este juicio, de que se reconozca a las abejas como sujetos de derecho y a las comunidades mayas que viven de la apicultura como sus guardianas.