En Cananea, Sombrerete y Taxco, los trabajadores y sus familias han resistido 16 años en condiciones muy difíciles, sin empleo ni salarios, a raíz del conflicto laboral que además ocasionó deserción escolar y pobreza en las comunidades que dependen de la minería. Germán Larrea, dueño de Grupo México, “insiste en su cerrazón” y se niega a buscar un arreglo justo para solucionar las huelgas en esas ciudades, señalaron dirigentes del sindicato minero.
“Dieciséis años no han sido fáciles, nuestras familias, la comunidad que de alguna manera tenían esa derrama económica, bastante nos ha afectado a todos, pero principalmente a las familias involucradas en este conflicto”, expresó José Núñez Velázquez, dirigente de la sección 201 del sindicato minero, en Sombrerete, Zacatecas.
En Taxco de Alarcón, Guerrero, la situación no es muy distinta, pues este lugar es el único de las tres huelgas históricas donde las actividades están totalmente paralizadas y se ha dejado de producir plata y oro desde el 30 de julio de 2007, cuando se colocaron las banderas rojinegras en las tres minas ubicadas en el municipio: La Concha, Los Remedios y El Solar, aseguró Roberto Hernández Mojica, secretario general de la sección 17 del gremio minero.
Ayer, por segundo día consecutivo, representantes del sindicato minero de las tres ciudades mencionadas se manifestaron a las afueras de Palacio Nacional para reiterar su exigencia al gobierno federal de que retire a Grupo México las concesiones de esos yacimientos donde mantienen huelgas desde hace 16 años, las más largas en la historia nacional.
En ese tiempo, Larrea “ha violentado nuestros derechos humanos al negarnos el acceso al trabajo, mantiene cerradas las fuentes de empleo, dejándonos al borde de la mendicidad”, acusó Antonio Navarrete, integrante de la sección 65 de Cananea.