El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que en el proceso de sucesión presidencial haya preferencias, dados cargados o cartas marcadas. “Yo no voy a designar a mi sucesor, va a ser el pueblo. No voy a designar tampoco al candidato de mi partido”, aseguró.
Con el mecanismo en marcha para designar la candidatura presidencial de Morena, López Obrador reiteró que los asistentes a la cena de ese partido, el pasado lunes, coincidieron en preservar la unidad para garantizar la transformación y la continuidad con cambio. “Es importante que no haya rupturas”.
Satisfecho de cómo se ha encauzado la sucesión, confió en que quien sea designado para tomar la estafeta va a garantizar la continuidad con cambio. “Sería muy preocupante que no tuviésemos cuadros, que no hubiese gente preparada para ocupar el cargo de presidente, hombre o mujer, pero sí tenemos. Me puedo ir a Palenque tranquilo, con mi conciencia tranquila y ya se echó a andar este movimiento”.
Abierto para hablar del fin de su ciclo como político, sólo se guardó un tema: los nombres de quienes habrán de ocupar las vacantes en su gabinete. “Lo estoy pensando”, deslizó. “Lo que quiero es que con estos cambios se lleve a cabo un reacomodo ya definitivo, que ya el gabinete sea el que me va a acompañar en el tiempo que me queda, o sea, un año tres meses. Ya no apostar a que se den otros cambios, sino aprovechar ya para terminar con el equipo que me ayuda”.
Confirmó su valoración de que el país vive una nueva era en el relevo del poder, sin tapado ni destapes. Aseguró que la máxima del pasado, de que quien se movía no salía en la foto, se ha desterrado y que tampoco rige ya la práctica de la cargada a favor del candidato.
Elogio de los aspirantes
López Obrador hizo un repaso para elogiar a quienes están cercanos a él y aspiran a ocupar su cargo: Claudia Sheinbaum, “compañera de mucho tiempo (…) ha hecho muy buen trabajo como jefa de Gobierno”; de Marcelo Ebrard resaltó el buen manejo de la diplomacia mexicana, aun en episodios difíciles, como cuando Donald Trump amenazó con imponer aranceles.
A Adán Augusto López lo definió como su hermano. “Me ha ayudado mucho, pero pues también manifestó su interés en participar, entonces no tengo yo queja”. Se refirió también a Ricardo Monreal: “Pertenecemos al mismo movimiento, luchando por la transformación. Y fue muy importante que cuando no se habían cerrado los opositores, logramos reformas a la Constitución, importantísimas”.
El mandatario aprovechó para ratificar su destino político: “Lo tengo bien pensado, me retiro completamente, no vuelvo a participar en ninguna actividad pública, política”.
–¿Nunca más?
–Nunca más. Soy partidario no sólo del principio de la no relección, sino del criterio de que no se debe tener mucho apego ni al poder ni al dinero. Cuando empieza alguien a sentirse insustituible, ya pierde el piso. Se puede caer en lo que se conoce como el necesariato, es decir, se requiere un cacique, se necesita un líder moral, un jefe máximo. No, yo ya voy a cumplir mi ciclo y tiene que haber relevo generacional.
Ratificó su convicción de que la encuesta es la vía ideal para designar al candidato morenista, pues lo avalan los resultados. “No ha habido rupturas, muy pocas”.
Concluida la conferencia, Monreal llegó a Palacio Nacional para despedirse de López Obrador, pues va a dejar sus cargos en el Senado.