Madrid. Podemos lanzó ayer de manera sorpresiva una consulta a sus bases, en la que piden autorización para negociar con otras fuerzas políticas, ante las alianzas ya formalizadas por la plataforma Sumar y otras fracciones, e inscribió en el registro la nueva marca política Juntas Sí se Puede, con la que se presume concurrirán a las elecciones generales del 23 de julio si fracasa la alianza.
Este paso fue visto por los propios dirigentes partidistas como la antesala del naufragio en las negociaciones de la izquierda española y en la constatación de que en la carrera electoral del próximo mes habrá tres partidos de izquierda disputándose el voto progresista: el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que será el hegemónico, Sumar y el nuevo Juntas Sí se Puede. A 24 horas de que venza el plazo para la inscripción ante las autoridades comiciales de la plataforma política con la que la izquierda española pretende concurrir a los comicios, Sumar alcanzó un preacuerdo con la coalición valenciana Compromís y ya formalizó con Verdes Equo, Más Madrid, Batzarre, AraMÉS, Iniciativa del Pueblo Andaluz, Chunta Aragonesista y Proyecto Drago.
Podemos comunicó la posibilidad de presentarse en solitario en la Comunidad Valenciana como forma de “desbloquear” los vetos en la región, por lo que Sumar respondió que “no contempla” esa opción. El espacio a la izquierda del PSOE intenta cerrar a última hora una alianza que cada vez se ve más lejana. Los grupos o facciones son numerosos, pero hay cuatro grandes actores que están trabajando por la “unidad”: Podemos, Sumar, Más País y Podemos en Cataluña.
El escollo de las negociaciones son las listas, es decir los nombres que aparecen primero en cada circunscripción, que son los que tienen más posibilidades de convertirse en diputados. En caso de que la coalición con Podemos no prospere con Sumar, se prevé que algunas filiales territoriales del partido morado también apoyen a la coalición y se distancien de su cúpula principal.