Amable y carismática, Mónica Naranjo se presentó ayer ante los medios de comunicación para anunciar el reinicio de su gira Mimétika en nuestro país a partir de mañana, la cual comenzó en diciembre pasado en Santiago de Chile y debió suspender para cumplir un par de compromisos televisivos en España, su país natal.
Fue media hora de una ráfaga de preguntas que la cantante catalana sorteó con disposición y de buen humor, sin importar que muchas nada tuvieran que ver con ella ni su trabajo, como las reiteradas que se le hicieron sobre la salud de su homólogo y paisano Miguel Bosé, con quien dijo que estará siempre dispuesta a colaborar e incluso ir a la Luna, si se lo pide.
Esta insistencia se debió a que en redes sociales se ha hecho viral un video en el que el autor de Linda aparece conmovido hasta las lágrimas en un programa televisivo español, mientras uno de sus temas es entonado por la cantante, a quien se le inquirió sobre la posibilidad de rendir un tributo a su amigo.
“A Miguel lo que más le llena en el mundo es que lo amen, que lo quieran, nunca ha buscado homenajes, no es una persona ególatra. Le gusta que las personas, la familia y los amigos lo queramos mucho. Él disfruta compartir la comida, una charla sobre cultura, más que le hagan un homenaje musical.
“No tiene ninguna depresión, está estupendo, ya comenzó a cantar y lo hace divinamente. Está muy feliz y dispuesto para el escenario.”
Desde su aparición en el vestíbulo del Auditorio Nacional, donde ofrecerá un concierto el 23 de junio, Mónica Naranjo sorprendió con su cambio de imagen, al dejar de lado su larga cabellera, por un corte à la garçon; es decir, muy corto, y platinado.
Pero también lo hizo por la elegancia, no sólo en su vestimenta, sino en sus formas de esquivar las preguntas que prefería no responder, como en la que se le pedía su opinión sobre los comentarios de artistas que han condenado la homosexualidad. Sonriente, sólo se encogía de hombros y movía la cabeza como diciendo un “no sé” o un “qué quieren que haga”.
La intérprete reconoció que pasa por un buen momento en su vida tras su divorcio de Óscar Tarruella, quien era su mánager y con quien estuvo casada de 2003 a 2018.
“Indiscutiblemente (encontré un nuevo amor). Me casé conmigo misma. Imagínate lo feliz que soy: quiero comer sandía, lo hago; quiero ir al cine, voy; quiero sexo, conmigo misma”.
También respondió que para ella es muy natural apoyar a la comunidad LGBT, porque, “al final, me crié dentro de ella. O sea, la vida en la comunidad no me es algo ajeno. Desde que era pequeña, en mi casa han habido grandes artistas, mis padres tenían amigos, parejas gay, de lesbianas, amigos íntimos; entonces, para mí, no ha sido nada raro. Hacer la música con los mensajes que he creado ha sido completamente natural, porque me he criado en ese ambiente”.
Mónica Naranjo hizo un llamado a no hacer caso del periodismo de espectáculos amarillista: “No lean tanto esas cosas; no son buenas ni sanas, lo único que hacen es verter toxicidad en una sociedad en la que podemos llegar a la Luna”.
Sobre la gira Mimétika, mismo nombre de su nuevo álbum, que aparecerá el 17 de junio, Naranjo precisó que se trata de uno de sus trabajos más personales, en el que hace un recorrido por sus más de 30 años de trayectoria y en el que pudo sacar aquellas cosas que le inquietan y le hacen feliz, pero también lo más oscuro de su vida.
La gira de la cantante, originaria de Figueras (1974) comenzará el 10 de junio en Guadalajara, seguirá el 17 en Mérida, donde no se había presentado desde hace 30 años, y el 23 en el Auditorio Nacional, cuyas localidades están casi agotadas.