Ciudad de México. Las pensiones acaparan 17.3 por ciento del gasto público en lo que va de 2023, mientras continúa el incremento en el pago de intereses de la deuda, lo cual agudiza las presiones sobre las cuentas fiscales a un año del cambio de gobierno, de acuerdo con información oficial.
Datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) exhiben que en cuatro meses el gasto en pensiones –sin contar las que se otorgan como programa social– absorbió 419 mil 88.6 millones de pesos, un incremento de 1.5 por ciento anual, en medio de suberjercicios en la mayoría de las dependencias ejecutivas de la administración pública.
Las cifras de Hacienda muestran que hasta abril el gasto público alcanzó 2 billones 426 mil 145.5 millones de pesos, una caída de 2.1 por ciento respecto a los primeros cuatro meses del año pasado, que se acompaña con la contención del gasto en áreas operativas de la administración pública, a medida que los ingresos públicos son menores a lo previsto por la dependencia.
Al margen de lo que se pueda solventar mediante recortes al gasto de programas sociales o infraestructura, las pensiones, al igual que el costo financiero de la deuda pública –que en lo que va de 2023 concentra 13.5 por ciento del gasto público (bit.ly/43nKK4u)–, no pueden ser tocadas para liberar recursos ante menores ingresos.
En diciembre de 2020 se hicieron cambios a la Ley del Seguro Social y a la de los Sistemas de Ahorro para el Retiro con el fin de disminuir las semanas de cotización y aumentar de forma paulatina las aportaciones. Por lo pronto, la carga fiscal de las pensiones contributivas en México –atadas a un empleo formal– no ha dejado de aumentar.
Este año absorberán un billón 333.3 mil millones de pesos, 8.4 por ciento más que en 2022, según la proyección oficial. Aparte se encuentra la pensión universal para adultos mayores, a la que se destinarán 339 mil 341.4 millones también en 2023. Ambos ramos –el primero, un derecho adquirido de los trabajadores, y el segundo, un derecho asentado en la Constitución– seguirán aumentando su costo, y la posibilidad de una reforma fiscal fue desechada por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde la primera mitad de su sexenio.
“El sistema de pensiones continúa siendo una pesada carga fiscal, que absorbe una quinta parte de los ingresos presupuestarios anuales. El sistema de cuentas individuales, que es el eje del actual sistema pensionario, ha sido insuficiente para desahogar las presiones en las finanzas públicas”, refiere un estudio del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP).
El documento, publicado el año pasado, advierte sobre el sistema de cuentas individuales: “a 25 años de haberse implementado, las cifras demuestran que no ha alcanzó su objetivo y que el problema no sólo persiste, sino que se ha incrementado y se prevé un aumento en la carga financiera que representa la protección social en las finanzas públicas”.
En lo que va de este año, las pensiones del gobierno federal absorbieron 39 mil 709.3 millones de pesos, 5.7 por ciento menos que entre enero y abril del año pasado; las de Petróleos Mexicanos, 22 mil 734.3 millones, uno por ciento menos. Las del Instituto Mexicano del Seguro Social sumaron 210 mil 470.1 millones de pesos, y otros 129 mil 849 millones las del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, ambas 2.3 por ciento más que el año pasado, mientras en la Comisión Federal de Electricidad este rubro se disparó 6.3 por ciento, con un costo de 16 mil 325.8 millones de pesos para el sector público.
“Pese a que muchos de los sistemas ya han sido reformados, no significa que su sostenibilidad está garantizada, pues no están capitalizados y requerirán cada vez mayores recursos fiscales”, resume el CEFP.