Washington. El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó el jueves a la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y a otros bancos centrales del mundo a “mantener el rumbo” de su política monetaria y a permanecer vigilantes en su lucha contra la inflación.
La portavoz del FMI, Julie Kozack, dijo que la inflación ha perdido impulso en Estados Unidos, pero que sigue siendo una preocupación.
“Si la inflación resulta ser más persistente de lo esperado, es posible que la Fed tenga que subir las tasas de interés durante más tiempo”, declaró a periodistas en una reunión informativa.
Agregó que el FMI publicará una actualización de las Perspectivas Económicas Mundiales el 25 de julio.
Por su parte, el presidente de Goldman Sachs, John Waldron, señaló que el banco está preparándose para un periodo de crecimiento lento y mayor inflación, calificándolo como un “escenario de mini estanflación”.
Habrá un entorno más difícil para los mercados de capitales y el financiamiento mientras los presidentes ejecutivos se mantengan cautos, advirtió Waldron en una conferencia de Bloomberg el jueves.
“Estamos planeando que ese escenario sea más probable, lo que no significa que vaya a ocurrir”, acotó.
A pesar de que la economía estadunidense muestra resistencia, entre los inversores continúa la preocupación de que pueda producirse una recesión en un entorno de inflación persistente y elevados costos de endeudamiento.
Existen incertidumbres sobre el grado de desaceleración económica y muchos temen que el impacto de la subida de las tasas de interés aún no se haya dejado sentir plenamente en ámbitos como el crédito privado o el sector inmobiliario.
Waldron dijo que no puede decir nada con certeza sobre más recortes de empleo en el grupo, pero reiteró que “estamos dirigiendo la empresa con más rigor, estamos siendo más cautos”.
La empresa recortaría algo menos de 250 puestos de trabajo en las próximas semanas, dijo a Reuters en mayo una fuente familiarizada con el asunto. En enero, despidió a unos tres mil 200 empleados, su mayor reducción de plantilla desde la crisis financiera de 2008.
Waldron también apuntó que sus clientes tienen un menor apetito por el riesgo.