El presidente Andrés Manuel López Obrador garantizó ante las cuatro corcholatas y la cúpula morenista que no inclinará la balanza en favor de ninguno de quienes buscarán ser el abanderado o abanderada de Morena a la Presidencia de la República en el proceso electoral de 2024.
Al responder una pregunta ayer durante su habitual conferencia en Palacio Nacional sobre la cena que tuvo la noche del lunes con los cuatro aspirantes a relevarlo, la dirigencia de Morena y los gobernadores emanados del movimiento, el mandatario federal señaló que el mensaje fue de unidad, pero intentó no dar muchos detalles al respecto.
“Hablamos en general de mantenernos unidos. Yo he hecho el compromiso de que no voy a participar inclinando la balanza en favor de nadie, en lo que tendrá que venir (para 2024)”, apuntó.
El lunes por la noche, en el restaurante El Mayor, ubicado justo en el nivel superior de la histórica librería Porrúa, muy cerca de Palacio Nacional, el jefe del Ejecutivo se encontró en privado con los 21 mandatarios estatales de Morena en funciones, con la virtual triunfadora de la elección en el estado de México, Delfina Gómez; con el dirigente nacional del partido, Mario Delgado, y con la secretaria general, Citlalli Hernández.
En el encuentro estuvieron además los cuatro aspirantes más visibles de Morena a la candidatura presidencial: el senador Ricardo Monreal; los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y de Gobernación, Adán Augusto López, y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
“O sea que fueron 22 (mandatarios locales), más cuatro (corcholatas), 26; más dos (de la dirigencia morenista), 28; y el de la voz, 29 (en total)”. Sólo faltó por motivos de salud, agregó, el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo, del Partido Verde, parte de los aliados de Morena.
El lunes, al salir de ese cónclave, López Obrador aseguró que en la conferencia matutina de ayer martes daría mayores detalles; sin embargo, cuando ayer se le preguntó, fue cuidadoso en su respuesta.
“Sí, nos reunimos. No puedo hablar mucho de eso, por eso los invité a cenar, aunque pagamos todos, para hacerlo después de las ocho de la noche, no aquí (en Palacio Nacional), sino en un restaurante cerca”.
El mandatario señaló que el intercambio con sus correligionarios tuvo dos objetivos: el primero, felicitar a la maestra Delfina Gómez por el histórico triunfo en estado de México, tras casi 100 años de gobiernos priístas.
Y el segundo objetivo de la reunión, dijo, fue “para mantener la unidad, que no haya divisiones. Vamos muy bien, estamos bien y de buenas. Pero pues ya no puedo hablar más sobre el tema”.
Entonces se le preguntó si los aspirantes presidenciales o algún otro de los asistentes le habrían planteado cambiar el método de selección de candidato de Morena (se realizará a través de encuesta), el tabasqueño subrayó que no y que expresó su compromiso de no apoyar a ninguno por encina del otro.
Cuando los reporteros insistieron en escuchar detalles del encuentro, el Presidente cerró: “No, pues ya hablé bastantísimo. Ya hablé”.