Washington. El gobierno de Estados Unidos prometió ayer un mayor esfuerzo para combatir las sobredosis de drogas que causaron más de 100 mil muertos en el país el año pasado, al aprovechar una cumbre en la Casa Blanca para promover un enfoque multifacético contra las drogas sintéticas e ilícitas como el fentanilo.
“La cumbre de hoy es necesaria porque el entorno mundial y regional de las drogas ha cambiado radicalmente respecto de hace unos años”, declaró Rahul Gupta, director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, en el encuentro celebrado junto con responsables de salud pública de México y Canadá.
Funcionarios del gobierno de Joe Biden señalaron que usarán medicamentos, por ejemplo, para revertir las sobredosis de opioides y emplearán la recopilación de datos para guiar sus esfuerzos.
“Estamos aquí para (...) ver cómo mejorar nuestra respuesta colectiva y el papel que tiene la recopilación de datos para salvar vidas”, agregó Gupta. Unos 109 mil estadunidenses murieron el año pasado por sobredosis. Dos tercios de los decesos estaban relacionados con drogas sintéticas como el potente opioide fentanilo, según los datos compartidos durante la reunión. Cada año muere un número sin precedente de personas por altas dosis e intoxicaciones en Estados Unidos, México y Canadá, según Gupta.
El Secretario de Salud y Servicios Humanos estadunidense, Xavier Becerra, afirmó que es fundamental un enfoque regional para hacer frente a la crisis de sobredosis y adicción. E
l mes pasado, la administración de Biden dijo que intentaba reunirse con los fabricantes de la naloxona, un medicamento que salva vidas y se usa para revertir las sobredosis de opiáceos, en un esfuerzo por aumentar el acceso y reducir el costo.
El abuso de opiáceos ha asolado a Estados Unidos durante más de dos décadas y ha matado a más de medio millón de personas, según datos federales, convirtiendo los analgésicos altamente adictivos en una crisis de salud pública.
En abril, la Casa Blanca declaró que Estados Unidos planeaba ampliar sus esfuerzos para desbaratar las actividades financieras ilícitas de los narcotraficantes implicados en el comercio de fentanilo mediante el aumento del uso de sanciones.
Algunos congresistas han pedido al gobierno de Biden que adopte una línea más dura y aumente la presión a México para que tome medidas enérgicas contra el tráfico de fentanilo.
Varios legisladores republicanos han solicitado que el ejército estadunidense bombardee a los cárteles mexicanos y sus laboratorios dentro del país, propuesta que el gobierno de Biden no ha aceptado.