Washington. Un grupo de economistas latinoamericanos instó el miércoles al Fondo Monetario Internacional (FMI) a adoptar reformas inmediatas, similares a las de los bancos centrales, para prepararse para una próxima crisis en los mercados emergentes ante un aumento del riesgo asociado a la fragilidad y a los récords de deuda soberana.
El Comité Latinoamericano de Asuntos Macroeconómicos y Financieros (CLAAF), que incluye a economistas de alto nivel y exministros de Hacienda, pidió al FMI que cree un Fondo de Mercados Emergentes de 300 mil millones de dólares que pueda realizar compras temporales de deuda soberana de países seleccionados con fundamentos sólidos.
El grupo afirmó que el FMI carece actualmente de las herramientas, el financiamiento y la flexibilidad necesarias para hacer frente a un contagio financiero, que podría extenderse a los países sanos en una economía mundial inestable.
“Los mercados emergentes fueron golpeados durante y después de la pandemia. Aunque por el momento hemos pasado lo peor, la lección de la pandemia es que el FMI necesita más potencia de fuego para estar preparado ante la próxima crisis o conmoción mundial”, afirmó Liliana Rojas-Suarez, que preside el grupo y dirige la Iniciativa para América Latina del Centro para el Desarrollo Global.
La propuesta se conoce en un contexto de creciente tensión entre el FMI y Argentina, que intenta reestructurar su programa de 44 mil millones de dólares con el organismo con una inflación de casi el 109 por ciento y unas reservas de dólares cada vez menores. Los economistas también han advertido sobre el riesgo que suponen los niveles récord de deuda soberana en otras economías emergentes.
Según el CLAAF, el nuevo fondo debería ser gestionado por el FMI, pero tener su propio balance, capitalizado con 300 mil millones de dólares, lo que equivale aproximadamente a 20 por ciento del total de la deuda soberana internacional pendiente de los mercados emergentes.
El capital podría estar respaldado por líneas swap de los principales bancos centrales de los países ricos.
El Fondo sólo debería intervenir en situaciones en las que la probabilidad de una interrupción súbita y sistémica de las entradas de capital en los mercados emergentes sea muy alta, afirmó el grupo, que añadió que ayudaría al FMI a proporcionar liquidez rápidamente en caso de crisis.