Dos organismos internacionales elevaron las previsiones de crecimiento para México este año. El Banco Mundial (BM) aumentó las perspectivas para este y el siguiente año, en medio de una política monetaria más estricta, menor inversión y consumo, a la par de un gasto público enfocado a financiar la conclusión de los grandes proyectos de infraestructura impulsados por la actual administración. Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destacó que el consumo está siendo respaldado por la mejora en el mercado laboral y la inversión se beneficiará de la relocalización de manufacturas hacia el país.
El BM subió la perspectiva de crecimiento de México en 2023 desde 1.5 por ciento que preveía en abril pasado (bit.ly/3qszDZt) a 2.5 por ciento en su nueva revisión. Para el próximo año el ajuste pasó de 1.8 a 1.9 por ciento.
La OCDE prevé que la economía mexicana crezca 2.6 por ciento durante el año en curso, sin modificar su pronóstico de 2.1 por ciento para 2024.
Las proyecciones del Banco Mundial para ambos años se mantienen más cercanas al mínimo de avance que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público prevé. Para 2023 la dependencia calcula un rango de crecimiento de entre 2.2 y 3 por ciento; y para 2024, de 1.6 a 3 por ciento.
“No se espera que la política fiscal respalde el crecimiento en 2023 dado su enfoque en la finalización de proyectos de inversión pública y programas sociales emblemáticos. Se prevé que la inversión y el consumo, que fueron más fuertes de lo esperado a fines de 2022, se moderen un poco este año como resultado de las altas tasas de interés y la inflación”, expuso el BM en el Informe Perspectivas Económicas Mundiales.
El organismo detalló que se espera que el crecimiento mundial sea de 2.1 por ciento en 2023, previsión que es menos de la mitad de hace un año “lo que la hace muy vulnerable a nuevas perturbaciones”. Para 2024 cuenta con un repunte a 2.4 por ciento.
En Estados Unidos, principal socio comercial de México, se estima un crecimiento de 1.1 por ciento este año y de 0.8 por ciento para el siguiente, principalmente por el impacto del aumento de las tasas de interés durante el último año y medio.
La OCDE prevé que la economía mexicana crezca 2.6 por ciento este año, 0.8 más que en su previsión de marzo, debido a que el consumo está siendo respaldado por la mejora en el mercado laboral y la inversión se beneficiará de la relocalización de manufacturas hacia el país.
Para 2024 la organización no modificó su estimado de 2.1 por ciento para México, en medio de una economía mundial que “ está dando un giro, pero aún tiene un largo camino por delante hasta alcanzar un crecimiento sólido y sostenible”, detalló en su informe Perspectivas Económicas.
“A lo largo de 2022, el crecimiento del PIB (producto interno bruto) mundial se ralentizó de manera significativa, no obstante, varios de los factores que pesaban negativamente sobre la economía están remitiendo”, entre ellos los precios de la energía, de la inflación general y los cuellos de botella en las cadenas de suministros, expuso la OCDE.