Los 52 millones de pesos que destinó el gobierno federal en apoyo a la delegación que participará en los Juegos Centroamericanos, se reflejaron en el rostro de tranquilidad de María José Alcalá, titular del Comité Olímpico Mexicano (COM).
Sin mencionar a la Comisión Nacinal de Cultura Física y Deporte (Conade), institución que dirige Ana Guevara, ausente en la ceremonia del encendido de la llama rumbo a la justa regional, Alcalá dejó en claro que, de no ser por Andrés Manuel López Obrador, la comitiva tricolor se hubiera quedado a la deriva y sin competir en El Salvador.
“Quiero agradecerle mucho al Presidente por el apoyo a los deportistas mexicanos. Sin él, nuestro equipo nacional no podría estar compitiendo”, comentó.
La Conade recientemente hizo un aporte millonario para cubrir los gastos de transportación, hospedaje, alimentación y uniformes de 682 seleccionados que estarán participando en la justa centroamericana.
Fin a la incertidumbre
Este recurso llegó en un momento en el que existía incertidumbre acerca de si los atletas iban a recibir un apoyo por parte del organismo que dirige Guevara.
El contexto, además, no era el más alentador con el retiro de becas que hizo la Conade desde enero a los deportes acuáticos.
En un intento por mejorar el horizonte, tanto la Conade y el COM “cedieron” en el intento por mejorar el deporte mexicano.
“Estuvimos con el equipo de la Conade haciendo diferentes ejercicios, todos haciendo un esfuerzo, yo les reconozco su disposición para solucionar las diferencias que para todos son conocidas. Esto no es personal, lo único que nos une son los atletas, por ellos, ambas instituciones debemos ceder”, confesó la dirigente, quien no quiso entrar en detalles sobre la problemática que atraviesa la Federación Mexicana de Natación, organismo que no es reconocido por la World Aquatics.
En ese sentido, el ex clavadista Fernando Platas, medallista olímpico en Sídney 2000, más que es-tar preocupado por lo que sucede al interior de la federación, indicó que el enfoque está en que los atletas den su máximo potencial.
“No veo una preocupación, hay una certeza en lo que tienen que hacer, nosotros tenemos que ayudarlos a que se enfoquen en lo único que les debe preocupar, entrenar y competir bien. Debemos ser ese equipo que está atrás. El ánimo lo tienen, la ilusión de estar en la última etapa del ciclo olímpico siempre es importante”, manifestó.
Por otra parte, Alcalá adelantó que la delegación tricolor será la más grande de las 37 nacio-nes que participarán; agregó también que el objetivo es repetir el título que consiguió México en Barranquilla 2018, esta vez calculan un aproximado de 90 medallas de oro. En Colombia fueron 132.
“Estaremos peleándole a cubanos, dominicanos, puertorriqueños. Los Juegos cada vez son más difíciles y nosotros como ganadores de hace cuatro años queremos otro triunfo.”
En cuanto al abanderamiento, están a la espera de que Presidencia les indique la fecha, “al parecer está entre el 13, 14 o 15 de este mes y nos estarán acompañando de 300 a 400 deportistas”.
Con un fondo pletórico como lo son pirámides de Teotihuacan, comenzó el camino que seguirá la llama que alumbrará el pebetero de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. La ruta encontrará su destino final el 23 de junio, cuando se inaugure la justa en el Estadio Nacional de la capital salvadoreña, ciudad que recibirá la luz que guiará el destino de más de 5 mil 500 atletas que estarán participando.