Locatarios del mercado San Juan Ernesto Pugibet, conocido por la venta de comida exótica, denunciaron acoso del personal de la alcaldía Cuauhtémoc, por negarse a pagar tarifas relacionadas con distintos trámites administrativos, como el cobro de alrededor de 2 mil pesos por el cambio de nombre del puesto, más de 10 mil pesos por una cédula, y 40 mil pesos por la remodelación de un negocio.
El secretario general de la mesa directiva del centro de abasto, Pedro Hernández, dijo que “por denunciar a la alcaldía ante la Contraloría Interna por actos de corrupción, ahora, de forma vengativa imponen a Guadalupe Romero” con el nombramiento de auxiliar del mercado San Juan Ernesto Pugibet .
Aseguró que “los ataques que hemos recibido por la alcaldía se deben a que nosotros nos negamos a que les pidan dinero a los compañeros por cambios de nombre, de giro o remodelaciones. Siempre se les ha defendido y sé que cuento con el apoyo de ellos. Esta situación es una piedrita en el zapato para la alcaldía”.
Exigió a las autoridades de la alcaldía que “cese el hostigamiento”, y mencionó que la auxiliar del mercado cambió al personal de vigilancia de las instalaciones sin previo aviso, a pesar de que los cuatro hombres asignados a las labores de seguridad tenían la aprobación de los locatarios.
Recordó que hace unas semanas presentó una queja en la Contraloría Interna de la alcaldía para “denunciar actos de corrupción”; sin embargo, el locatario, de 61 años de edad, mencionó que ante la falta de avance en la investigación acudirá a la Fiscalía para la Investigación de los Delitos Cometidos por Servidores Públicos y a la Comisión de Derechos Humanos local.
Abundó que al enterarse de que el personal de vigilancia había sido removido, acudió en la tarde del lunes a la administración para preguntar a Romero si la alcaldía había enviado a los nuevos elementos de seguridad, pero encontró a dos personas ajenas al mercado revisando los expedientes de los locatarios, por lo que llamó a la policía.
Cuando los uniformados llegaron, Romero acusó a Hernández de violencia de género, por lo que el locatario, que labora en el mercado desde hace 43 años, fue remitido ante el agente del Ministerio Público, y después de varias horas logró salir porque no se demostró que hubiera agredido a Romero.