Algunos migrantes haitianos que permanecían en el campamento de la plaza Giordano Bruno, en la alcaldía Cuauhtémoc, no pierden la esperanza de regularizar su estancia para cruzar el país rumbo a Estados Unidos o, en su caso, que el gobierno les conceda permisos para laborar en México.
Luego de que la semana pasada fueron desalojados de ese lugar, varias familias se mantienen en calles aledañas. Afuera de edificios se resguardan del sol, donde la temperatura ayer alcanzó 30 grados.
Gechi, uno de los afectados, dijo que esta travesía “ha sido muy difícil. Junto con mi familia hemos pasado hambre y el gobierno sólo entregó tarjetas humanitarias, pero necesitamos otro tipo de ayuda porque estamos en la calle”.
Igual que él, decenas de familias duermen en las aceras de las calles Londres y Liverpool. Ahí permanece el campamento provisional construido con cajas de cartón, láminas y plástico, que igual les sirve para asearse o preparar sus alimentos, lavar la ropa y ponerla a secar en tendederos improvisados. Mujeres sentadas en el suelo se peinaban mientras platicaban. La mayoría estaban desorientados sin saber a qué albergue asistir.
Por su parte, trabajadores de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social que se encuentran en la plaza, dijeron que los enviaban al albergue habilitado en Tláhuac o a la Casa del Migrante, ubicada en la calle Roma, colonia Juárez.
“Queremos trabajo temporal. Necesitamos dar de comer a nuestros hijos. Estamos con la posibilidad de encontrar trabajo aquí en la Ciudad de México. Ojalá la gente nos pueda apoyar con lo que pueda, víveres, ropa, lo que sea. Necesitamos de todo. Necesitamos que el gobierno nos apoye.”