Singapur. Una guerra entre China y Estados Unidos sería un “desastre insoportable” para el mundo, advirtió ayer el ministro de Defensa del gigante asiático, general Li Shangfu, al alertar que “algunos países” alientan una carrera armamentística en Asia.
En en el vigésimo Diálogo de Shangri-La, en el que participaron varios de los máximos responsables de Defensa del mundo y que se realizó en Singapur, Li afirmó que el mundo es lo suficientemente grande y ambas potencias deberían buscar puntos en común.
“China y Estados Unidos deben gestionar sus diferencias de manera adecuada, enfrentar las dificultades y encontrar la forma correcta de llevarse bien”, expuso el general Li. Además, resaltó que “las relaciones entre China y Estados Unidos tienen que ver con la estabilidad estratégica global y son foco de atención”.
En su primera comparecencia pública desde que se convirtió en ministro de Defensa en marzo, Li sostuvo que “la comunidad internacional busca una relación sana y estable entre China y Estados Unidos, y está preocupada por cualquier posible conflicto o confrontación, que sería un desastre insoportable para el mundo.
“A pesar de los diferentes sistemas y otras discrepancias, ambas naciones deben buscar un terreno común e intereses compartidos para desarrollar los lazos bilaterales, ya que la historia ha demostrado que ambos se beneficiarán de la cooperación y perderán con la confrontación”, expuso el general, quien vestía uniforme militar.
Al enfatizar que su país busca desarrollar un nuevo tipo de relación, Li pidió a Estados Unidos que “actúe con sinceridad, haga coincidir sus palabras con los hechos y adopte medidas concretas para trabajar junto con China en la misma dirección”.
El general acusó a Washington de tener una “mentalidad de guerra fría”, dijo que ello estaba “aumentando en gran medida los riesgos de seguridad” y expuso: “su supuesto orden internacional basado en reglas nunca te dice cuáles son ni quién las hizo. Practica el excepcionalismo y el doble rasero y sólo sirve a los intereses y las normas de un pequeño número de países”, publicó el diario South China Morning Post.
Aseveró que “el respeto mutuo debe prevalecer sobre la intimidación y la hegemonía. Nos oponemos firmemente a imponer la propia voluntad sobre los demás y buscar la propia seguridad a expensas de otros”.
Añadió que “algunos países” han interferido de manera deliberada en los asuntos internos de otras naciones y con frecuencia ha recurrido a las sanciones unilaterales y la coerción con la fuerza.
Además, han incitado “revoluciones de color y guerras subsidiarias en diferentes regiones, han creado caos y turbulencia y simplemente se han marchado dejando un desastre atrás”, indicó Li. “Nunca debemos permitir que tales cosas vuelvan a suceder en Asia-Pacífico.
“China está comprometida con defender la paz en el manejo de las crisis internacionales. En los asuntos relacionados con Medio Oriente, la península de Corea y Ucrania, China ha desempeñado un papel constructivo y ha realizado grandes esfuerzos para calmar la situación y facilitar la reconciliación política”, planteó el ministro.
Pero “algún país está expandiendo bases militares, reforzando la presencia militar, intensificando la carrera armamentista y transfiriendo tecnologías de armas nucleares a un Estado no nuclear”, aseveró.
“Todas esas prácticas, a las que recurre a menudo, están diseñadas para crear enemigos, avivar la confrontación, alimentar el fuego y pescar en aguas turbulentas”, enfatizó Li, y señaló que todos los países de la región tienen toda la sabiduría y capacidad para resolver sus diferencias y disputas.
Reconoció que en los últimos años las relaciones con Washington han llegado a un mínimo histórico desde el establecimiento de las mismas, en 1979, pero afirmó que cree que “el mundo es lo suficientemente grande para que los países, incluidos China y Estados Unidos, crezcan juntos.
“La forma correcta de que China y Estados Unidos se lleven bien es seguir los tres principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación de ganancia mutua”, aseguró Li.
Instó a Washington a trabajar con Pekín para que “las relaciones bilaterales regresen al camino correcto desde la actual difícil situación, a fin de brindar más beneficios a ambos países y al mundo entero”.
A pregunta exprensa, Li defendió que uno de sus buques de guerra se cruzara antier en la trayectoria de un destructor estadunidense y una fragata canadiense en el estrecho de Taiwán; horas antes, funcionarios estadunidenses acusaron que ese acercamiento se hizo de “forma insegura”.
El general Li dijo que las patrullas de Estados Unidos y sus aliados llamadas “libertad de navegación” son una provocación a China, al subrayar que su país no tiene ningún problema con el “paso inocente”, pero no permitirá que esas patrullas sean “un pretexto para ejercer la hegemonía de la navegación”.
En el mismo foro, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, sostuvo antier que Washington no “flaqueará ante la coerción e intimidación” de China y seguiría navegando y volando en torno al estrecho de Taiwán y el Mar de China Meridional para recalcar que están en aguas internacionales, en contra de las amplias reclamaciones territoriales de Pekín.
“Estoy profundamente preocupado de que la República Popular de China no haya estado dispuesta a participar más seriamente para la gestión de crisis entre nuestros ejércitos”, señaló Austin, reportó Al Jazeera en su portal.
“Cuanto más hablemos, más podremos evitar los malos entendidos y los errores de cálculo que podrían conducir a una crisis o conflicto”, añadió el jefe del Pentágono.
El ministro chino rechazó una invitación de Austin de reunirse al margen de la conferencia, aunque ambos se estrecharon la mano antes de sentarse en extremos opuestos de la misma mesa en la apertura del foro el viernes.
Austin manifestó que “un estrechón de manos cordial en la cena no sustituye a una conversación significativa”.
Pekín rechazó una solicitud de Washington para sostener conversaciones militares directas en protesta por las sanciones estadunidenses impuestas al general Li en 2018 en represalia por la compra de armas a Rusia.
Las relaciones entre ambos países han sido tensas en los últimos años por diversos asuntos, entre ellos la reivindicación de China sobre Taiwán y disputas territoriales en el Mar Meridional de China.
El Ministerio de Defensa de Taiwán informó que detectó la madrugada de ayer 15 cazas y siete buques de guerra del ejército de China en las inmediaciones de la isla.