Dubai. El líder supremo de Irán defendió ayer su duro enfoque hacia Occidente, al señalar que el complot sólo invitará a una mayor hostilidad de los enemigos de Irán, y culpó a “rufianes y villanos” de las recientes protestas contra el gobierno.
Las declaraciones del ayatola Alí Jamenei se dan en medio de un enfrentamiento cada vez más intenso con los países occidentales sobre el programa nuclear iraní, que ha hecho grandes avances en los cinco años transcurridos desde que el entonces presidente Donald Trump retiró a Estados Unidos de un acuerdo internacional que lo restringía.
Trump restableció sanciones paralizantes contra Irán que han contribuido a una grave crisis económica sin forzar ninguna concesión de sus mandatarios. Irán también ha dado apoyo a la invasión rusa de Ucrania, al suministrar drones armados que han causado estragos en la capital ucrania, Kiev.
“Algunas personas se equivocan al pensar que si retrocedemos en nuestras posturas en ciertos casos eso hará que disminuya la enemistad de Estados Unidos, la arrogancia mundial o de Israel hacia nosotros”, declaró Jamenei, que tiene la última palabra en todas las políticas iraníes importantes. “Esto es un error”.
Habló en una ceremonia anual con motivo de la muerte del ayatola Ruhollah Jomeini (3 junio de 1989), su predecesor y fundador de la República Islámica.
Jamenei aludió a las protestas nacionales del pasado otoño, desencadenadas por la muerte de una mujer de 22 años, Mahsa Amini, quien fue detenida por la policía de moralidad por supuestamente violar el estricto código de vestimenta del país. Las protestas se intensificaron hasta convertirse en llamados al derrocamiento de la República Islámica, antes de que una represión las extinguiera en gran medida.
Las autoridades iraníes han culpado de las protestas a una conspiración extranjera, mientras los manifestantes dijeron que se movilizaban en rechazo a décadas de represión y mala gestión económica.