Los bancos que operan en el país se encuentran ante una oportunidad única para brindar mayor crédito al campo mexicano. Para que esto ocurra, es necesario que autoridades y las instituciones financieras se pongan de acuerdo y trabajen por mejorar las garantías que puedan ser solicitadas para este tipo de préstamos, indicaron analistas del sector.
El pasado lunes, el gobierno de México publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto sobre la desaparición de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), y argumentó que dicha entidad ya no cumplía con su objetivo prioritario, que era impulsar el avance del campo mexicano.
Deterioro constante antes de la quiebra
Se trata de una institución que en los años recientes vio un deterioro en sus resultados financieros. Tan sólo entre 2019 y 2022 reportó que sumaron 6 mil 678 millones de pesos, según información oficial. La cifra resulta equivalente a una sexta parte de lo que costó la quiebra del Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural), que fue de 40 mil millones de pesos.
En ese mismo periodo, la FND vio un deterioro en su cartera de crédito y se vio obligada a crear una mayor cantidad de reservas para aminorar el impago de los préstamos. Además, reportó una cartera vencida superior a 25 por ciento, es decir, uno de cada cuatro pesos no están liquidados por parte de sus clientes.
“El campo, históricamente, ha sido desatendido por la banca comercial y ahora este hecho se convierte en un área de oportunidad. La FND, mientras pudo, hizo un buen papel, y por lo general la banca de desarrollo ha apoyado al campo y en contadas ocasiones lo ha hecho la banca privada”, declaró Jorge Tello, analista independiente del sector financiero.
Para que dicha oportunidad se aproveche al máximo, señaló, se necesita “trabajar más en las garantías y de esta forma el gobierno y los bancos comerciales podrían detonar el crédito hacia el campo.
“Es un segmento que tiene mucho potencial y debería seguir creciendo. Es un área de oportunidad para que la banca comercial pueda aumentar la inclusión financiera pero siempre con tasas de interés competitivas y lo mismo con las comisiones que se deberían ofrecer al campo mexicano”, agregó el especialista.
Bajos niveles de apoyo por parte de la banca tradicional
Cifras del Banco de México (BdeM) demuestran que la penetración del crédito bancario al sector rural es bajo comparado con algunos otros sectores a los que las instituciones financieras les prestan recursos.
Hasta el cierre de abril, el saldo vigente total de los créditos que la banca otorga a las empresas y a personas físicas con actividad empresarial es de 2 billones 987 mil 567 millones de pesos, de los cuales, 123 mil 725 millones o el equivalente al 4.1 por ciento del total es destinado a empresas con vocación agropecuaria, silvícola y pesquero.
La base de datos del banco central, que demuestra los saldos vigentes para este sector desde 2009, indica que el nivel máximo de financiamiento destinado al agro por los bancos se alcanzó en enero de este año, con 124 mil 495 millones de pesos.
Sin embargo, hay otros sectores que tradicionalmente son más atendidos por las instituciones de crédito, como lo son la industria manufacturera, que al cuarto mes de este año reportó una cartera vigente de 633 mil 184 millones de pesos, o las empresas de construcción, que cuentan con un portafolio de 493 mil 290 millones de pesos.
“Por lo general el campo siempre ha estado desatendido y por eso la banca de desarrollo fue fundamental. No sólo se trata de otorgar crédito a las grandes empresas que están en el campo, sino también al campesino, pero lamentablemente la mayoría están en la informalidad. Por eso es importante apoyar el tema de las garantías. Este financiamiento es uno de los pendientes que dejó la etapa neoliberal”, agregó el analista independiente.