México es ejemplo de cómo las políticas neoliberales o privatizadoras generaron desigualdad en el ingreso y pobreza, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), situación que persistió en la distribución de la riqueza 2022 como muestran datos recientes.
Un estudio del organismo dependiente de Naciones Unidas (ONU) que retoma el reporte de Cuentas por Sectores Institucionales Trimestrales (CSIT) publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2019, indica que “el país muestra una profunda desigualdad producto de la mala repartición del valor agregado”, pues los trabajadores que lo generaron recibieron poco, mientras la mayor parte quedó en manos de unos cuantos.
Lastre del neoliberalismo
Las cifras de 2019 muestran que mientras el producto interno bruto (PIB) ascendió a 24.5 billones de pesos, las remuneraciones de los asalariados fueron de 6.5 billones de pesos, monto que fue entregado a 35.9 millones de trabajadores, es decir, en promedio cada uno recibió 15 mil pesos mensuales.
El estudio destaca que mientras un millón 500 mil hogares recibieron 4.5 billones pesos –monto superior al gasto realizado por 15 dependencias federales el año pasado– por renta de la propiedad física y financiera, cerca de 300 mil hogares recibieron 3.3 billones de pesos en dividendos (11 millones de pesos anuales en promedio).
Los datos más recientes sobre el ingreso a partir de la generación del PIB publicados por el Inegi indican que la desigualdad en la distribución de la riqueza se ha extendido después de 2019, pues las remuneraciones de los asalariados representaron menos de una tercera parte del PIB (28.7 por ciento) en el último trimestre del año pasado, dato que no observó una variación respecto a igual periodo de 2021.
Comparado con la proporción registrada en 2020, las remuneraciones sólo avanzaron 0.2 puntos. “México es ejemplo del impacto que han tenido las políticas denominadas como neoliberales en la desigualdad del ingreso y la pobreza”, indica la Cepal.