Tijuana, BC., En la segunda edición de la Trienal de Tijuana Internacional Pictórica participará una generación que conversa con el arte de una manera distinta pues, además, el público tendrá la oportunidad de incidir, con su voto, sobre quién de los participantes merecerá un millón de pesos que se ofrece como premio.
El encuentro artístico cumplirá a su vez con la promesa de descentralizar la cultura en México, dijo Vianka Santana, directora de la institución que lo auspicia, el Centro Cultural Tijuana (Cecut), quien habló del cierre de la convocatoria a uno de los certámenes artísticos más importantes del país, entre otras cosas por la bolsa que ofrece.
Santana recordó que la trienal nació en la mente de Álvaro Blancarte, quien murió dos semanas antes de la inauguración de la primera edición, que desde entonces ha tenido el propósito de “que desde lo pictórico se exploren otras poéticas, nuevas problemáticas y derivas que posibiliten la construcción de paradigmas estéticos diferentes”.
De cara a la segunda edición, se sumó como curadora del certamen Leonor Amarante, de origen brasileño, quien describió a quienes tienen la responsabilidad de seleccionar las piezas como “un don Juan que pasa de una obra a otra sin quedarse con ninguna. Hoy es difícil hacer una crítica de los trabajos, todas las reglas se han ido abajo; hay una contaminación grande en el arte, de un lenguaje a otro, de una poética a otra, hay una diversidad increíble”.
La curadora planteó que en otros encuentros, “por ejemplo, en la bienal de Venecia, en sus dos últimas ediciones, había grupos, colectivos de personas de Filipinas, de China o de Francia, desconocidas en el mundo del arte. Es decir, antes era un círculo de artistas muy conocidos, que siempre estaban moviéndose en una bienal o en la otra, un grupo muy repetitivo; ahora no”.
Otro ejemplo que da Amarante de los cambios en el mundo del arte es en la curaduría, pues “en la próxima bienal de Venecia, el curador es un latinoamericano, un brasileño curador del museo de arte de Sao Pablo, por primera vez desde 1895”.
Del otro lado de la conversación está el público, el mismo que el 8 de octubre de 2021 abarrotó el Centro Cultural Tijuana para ser partícipe de una propuesta cultural única convocada para la primera Trienal.
Tres votos (el curatorial, el de los artistas y el de los asistentes) decidirán quién se lleva el premio principal de un millón de pesos, así como dos menciones honoríficas de 250 mil.
“En el momento que le das al público la oportunidad de votar, no sólo de observar, así como de emitir un juicio de valor para escoger, aunque no tenga una formación académica, estamos abriendo un campo que no se había considerado pertinente. Por supuesto, es un punto de riesgo cuando tienes necesidad de proteger la tradición, lo que siempre has hecho, pero la intención de nuestra Trienal es abrirnos a los espacios que no se han querido explorar”, reflexionó Rosique ante las críticas por permitir el voto popular.
La convocatoria a la segunda Trienal de Tijuana acaba de cerrar; será expuesta al público a partir de julio de 2024. Sin embargo, esta podría ser la última, pues Vianka Santana, directora del Cecut, quien ha empujado el proyecto en conjunto con el gobierno federal, termina funciones casi al mismo tiempo que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador “y no hay garantía de que quien tome las riendas del recinto una vez finalizado el sexenio esté interesado en seguir con el proyecto”, advierten los involucrados.
El coordinador de la Trienal puntualizó que “no podemos saber qué va a suceder, pero tenemos la creencia de que esto va a funcionar, porque se está haciendo con la mejor intención, intentando cambios indispensables, sobre todo para una frontera como la nuestra, donde estamos copados por la invasión del pensamiento estadunidense que en el arte nos cuesta trabajo desligar.
“Estamos hablando de algo que no tenemos en las manos todavía, se está formando, estamos imaginando. Cuando llegan las obras se tienen que repensar todos los conceptos, las expectativas”, concluyó Amarante.