Luego de que el viernes por la tarde fueron desalojados los migrantes que desde hace semanas mantenían un campamento en la plaza Giordano Bruno, en la colonia Juárez, ayer de nueva cuenta se registró la presencia de algunos de ellos.

Entre los que estaban en ese lugar había quienes llegaron por recomendación de otras personas, en tanto que los menos eran migrantes que fueron trasladados el viernes a otras entidades, como estado de México e Hidalgo, pero que decidieron regresar por sus propios medios, ya con su tarjeta de visa humanitaria.

En la plaza, personal del gobierno capitalino y del Instituto Nacional de Migración (INM) les recomendaron ir a albergues o dispersarse, por lo que algunos se alistaban a pasar la noche en las calles cercanas.

Haitianos consultados mencionaron que retornaron porque quieren buscar trabajo en la ciudad, en tanto que otros planean viajar a Tijuana, Baja California, o Monterrey, Nuevo León, pues tienen conocidos allá que les han dicho que es más fácil conseguir un empleo y un lugar dónde vivir.

Antony, uno de los que se subió a un autobús del INM el viernes pasado, contó que decidió regresar a la Ciudad de México porque necesita trabajar. “Las oficinas a donde nos llevaron quedan como a dos horas de aquí y el trámite de todos concluyó como a la 1:30 de la mañana, no pude dormir, sólo esperé a que amaneciera para tomar un taxi y regresar para acá”.

Señaló que regresó junto con otras tres personas y el taxi les cobró 900 pesos por el viaje. “Le dijimos que nos trajera a la Central de Autobuses del Norte y ya de ahí nos venimos para la plaza”.

En tanto, otro de los migrantes que fue trasladado a Pachuca, Hidalgo, confirmó vía telefónica que también recibió la tarjeta de visitante por razones humanitarias, con vigencia de un año. “Pasé la noche en unas oficinas de gobierno. Ahora hay que buscar un cuarto para vivir y un trabajo”, dijo.

Wilner Metelus, presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos, agregó que los haitianos aceptaron el viernes pasado ser trasladados a otros estados porque querían obtener su tarjeta humanitaria, la que finalmente obtuvieron. Sin embargo, reprochó que no se diera información clara sobre a dónde los llevaron, “algunos me comentaron que estuvieron en un lugar donde había personas con problemas de drogadicción, tipo centro de rehabilitación”.

Asimismo, reprochó que ni el gobierno federal ni el local tengan un programa integral para darles seguridad, “ahorita ellos ya tienen la tarjeta, es un avance, pero en la realidad ¿dónde van a vivir?, no tienen recursos económicos”.

En EU, de Texas a California

Un total de 16 venezolanos y colombianos que cruzaron a EU por Texas fueron enviados en un avión fletado a California, donde después los dejaron afuera de una iglesia en Sacramento, dijeron ayer Gavin Newsom, gobernador de California, y activistas promigrantes.

Estas personas, hombres y mujeres jóvenes, fueron dejados el viernes pasado frente a la Diócesis Católica de Sacramento con apenas una mochila con las pertenencias de cada uno, así lo dio a conocer Eddie Carmona, director de campaña del grupo comunitario religioso PICO California, que ofrece asistencia a los migrantes.