El León, finalista mexicano en la Liga de Campeones de Concacaf, dosifica su esfuerzo y maneja el cronómetro como mejor le conviene. En una noche que puede ser consagratoria en Los Ángeles, tiene la misión de defender la ventaja de un gol que consiguió en la final de ida contra el LAFC, de la MLS, para conquistar su primer título internacional y clasificarse al Mundial de Clubes.

A los esmeraldas les basta cualquier empate para coronarse en el estadio BMO y llevar la bandera de la región en el torneo que reúne a los campeones de Europa, Asia y América, además de la naciente Copa Interamericana 2004. Aunque dominaron su primer compromiso, un gol sobre la hora del equipo angelino dejó la pizarra 2-1 en el templo guanajuatense.

“Hay una motivación intrínseca, muy propia de lo que hay en juego”, describe en conferencia el técni-co Nicolás Larcamón, quien se aproxima a uno de esos partidos “en los que no es necesario generar nada intencionado para que el jugador despierte el amor propio”.

El uruguayo sabe que en este deporte no siempre se corona el mejor equipo, por eso cree que ninguna ventaja puede sacarlos del foco. “Somos animales competitivos. Cuando estamos tan cerca de algo trascendental, ese fuego sagrado de los jugadores aflora en el campo”, señala y no discute la trascendencia de su rival. “Hemos enfrentado a grandes adversarios en estadios difíciles y este domingo no va a ser la excepción”.

El LAFC, campeón reinante de la MLS con Carlos Vela como figura, está de vuelta en una final de la Concacaf luego de perder en 2020 ante Tigres. Hasta la derrota de Pumas el año pasado con el Seattle Sounders, los clubes mexicanos ganaron 16 ediciones del torneo de manera consecutiva, inercia que en los Panzas Verdes sirve de brújula.

A diferencia de las rondas previas, en la final de la Concachampions los goles como visitante no son un criterio desempate. En caso de que los cartones terminen igualados en el global, se jugarán dos tiempos extras de 15 minutos y, si prevalece el mismo trámite, el campeón saldrá de la ronda de penales.

“El León nos pudo meter cuatro o cinco goles en el primer partido, pero nos dejaron vivos y ahora es nuestro turno”, advierte Vela.

El futbolista tricolor termina su vínculo con el cuadro angelino en diciembre próximo. La posibilidad de un retorno al futbol mexicano permanece en pie, aunque el delantero prefiere no abrir ni cerrar puertas antes de lo previsto.

“El futbol es un negocio que da muchas vueltas y nunca sa-bes dónde puedes estar. Cuando sea el momento, voy a valorar todas las opciones y decidiré lo mejor.”