Ginebra. El Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) pidió ayer al gobierno del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, que levante el estado de excepción e investigue todas las muertes en las cárceles de personas bajo custodia del Estado
“Reconocemos el complejo reto al que se enfrenta El Salvador para hacer frente a la delincuencia”, declaró Marta Hurtado, vocera del organismo internacional, en una rueda de prensa en Ginebra, sede del organismo. “Sin embargo, debilitar el estado de derecho y la integridad del sistema legal derogando el derecho a un juicio justo no es la respuesta”, añadió.
El Salvador proclamó el 27 de marzo de 2022 el régimen de excepción en respuesta a una ola de 87 asesinatos en pocos días. Desde entonces, al menos 68 mil presuntos pandilleros han sido detenidos sin un mandato de arresto, según la ONU.
La cruzada contra las pandillas, que controlaban 80 por ciento del territorio según el gobierno, cuenta con el apoyo de nueve de cada 10 ciudadanos de esa nación, resaltan las encuestas. Pero tanto organizaciones de defensa cívica, como la Iglesia católica, han criticado los métodos usados por el mandatario.
La Oficina del Alto Comisionado denunció que entre los detenidos hay al menos mil 600 menores y citó el informe de una organización no gubernamental que apunta a que al menos 153 reclusos han fallecido en prisión desde la implementación del régimen que restringe derechos constitucionales.
“Pedimos a las autoridades que levanten el estado de excepción y revisen las medidas que han introducido. También solicitamos que indaguen de inmediato todos los decesos en custodia de acuerdo con los estándares internacionales”, exhortó Hurtado.
En el marco de su controvertida “guerra” contra las pandillas, Bukele construyó una megacárcel para 40 mil presos, la prisión “más grande de América”, con un severo régimen de reclusión.
Anteanoche, destacó los logros de su cruzada contra las pandillas y anunció una “guerra frontal” contra la corrupción, que incluye construir una cárcel especial para “delincuentes de cuello blanco”.
Añadió que se impulsará una reforma legal para reducir de 84 a 60 los escaños legislativos y bajar de 262 a 44 los municipios en el país, de acuerdo con su reciente discurso ante el Congreso, en ocasión del cierre del cuarto año de mandato, ante seguidores que coreaban “relección, relección”.
“Hoy declaramos la guerra contra la corrupción”, aseguró el mandatario, tras considerar que se trata de un mal “endémico” que, “al igual que las pandillas, tiene tentáculos en todos los niveles del Estado” indicó el presidente salvadoreño en mensaje nacional.