Ocoyoacac, Méx., El plan para realizar en México todo el proceso de producción de la vacuna contra influenza de invierno tendrá que esperar al próximo año. Aunque el laboratorio farmacéutico Sanofi “puede iniciar de inmediato” con la formulación, llenado y acondicionamiento final del biológico en su nueva fábrica, ubicada en Cuautitlán, estado de México, y ya no enviar a Francia los antígenos que elabora en la planta en Ocoyoacac, está en espera de la última autorización de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
María Pardo, directora de los sitios de manufactura de vacunas, comentó que las instalaciones en que se invirtieron 2 mil 500 millones de pesos, ya cuentan con el certificado de buenas prácticas de fabricación y la licencia sanitaria.
Está pendiente la autorización del “flujo de operación”, esto es, dijo, de las actividades necesarias para el traslado seguro del antígeno de Ocoyoacac a Cuautitlán.
A inicios de 2023, la empresa y funcionarios de la Secretaría de Salud anunciaron que en este año la vacuna ya se fabricaría en el país, con lo que se ahorraría tiempo y dinero para el traslado a Francia de la sustancia activa y el regreso de la vacuna terminada.
No será así; de hecho, Sanofi ya inició el envío escalonado de los antígenos a Francia; y si se realizara el envasado y acondicionamiento en territorio nacional de parte de los 35 millones de dosis que se aplicarán en el próximo invierno, la Cofepris tendría que liberar la autorización, máximo, en los siguientes dos meses, señaló Pardo.
En visita a la fábrica de medicinas generales de Sanofi, en Ocoyoacac, donde también está la planta de antígenos de la vacuna contra influenza, Alfonso Martínez, director del sitio de manufactura y suministro de medicinas de libre venta y medicinas generales, informó que la empresa de capital francés ganó la licitación pública organizada por el extinto Instituto de Salud para el Bienestar para la venta durante 2023-24, de 10.7 millones de cajas de clonazepam, medicamento siquiátrico, de las cuales 2 millones 250 mil ya están listas para su distribución.
Falta, explicó, que las instituciones de salud envíen las órdenes de compra. Durante el recorrido por el almacén se observó donde se encuentra el producto, cuya sustancia activa es una de las que han estado en desabasto por la suspensión de actividades –ordenada por Cofepris– del laboratorio Psicofarma, el cual es el principal proveedor de esos insumos en el país.
Por ser un fármaco controlado, las cajas de clonazepam están en un lugar separado del resto de medicinas y con acceso restringido. Para dar una idea de lo que representan los contratos con las instituciones públicas de salud, Martínez comentó que el año pasado Sanofi produjo 500 mil cajas de clonazepam que vendió en el sector privado. En este y el siguiente año se fabricarán 10.7 millones de unidades; mientras, de paracetamol, para dolor y fiebre, del que también ganó la licitación pública, fabricará 79 millones de piezas entre 2023 y 2024. Sanofi cuenta con tres plantas de producción y un centro de distribución en México, donde produce más de 200 millones de unidades de medicamentos y vacunas, de las cuales, la mayoría se destinan al consumo nacional. En los últimos cinco años, la empresa ha invertido 3 mil 500 millones de pesos en el país, incluido lo destinado a la construcción de la fábrica de Cuautitlán.