Unos 30 mil israelíes participaron ayer, entre fuertes medidas de seguridad, tras dos atentados, uno en 2015 y otro 10 años antes, en la marcha del Orgullo Gay en Jerusalén y protestaron contra varios ministros abiertamente hostiles contra las personas LGBT.
Además, ONU-Sida recordó ayer la “urgente necesidad” de despenalizar las relaciones entre personas del mismo sexo.