Washington. El Senado de Estados Unidos aprobó anoche el proyecto de ley que permite extender el techo de la deuda por dos años y, una vez avalado por las dos cámaras del Congreso, el texto pasa al presidente Joe Biden, quien podrá promulgarlo a tiempo y evitar el incumplimiento de pago sin precedente de la mayor economía mundial, con consecuencias para el resto del sistema financiero global.
El proyecto para elevar el techo de la deuda, fijado anteriormente en 31.4 billones de dólares, fue aprobado en el Senado con amplia votación bipartidista de 63 votos a favor y 36 en contra. Un día antes, la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, también dio su aprobación.
El Departamento del Tesoro había advertido que a partir del 5 de junio el país quedaba sin posibilidad de cubrir sus compromisos si el Congreso no elevaba el tope de endeudamiento.
El presidente Biden celebró la votación para elevar el límite de deuda nacional y evitar incumplimiento de pagos, al calificarlo de “gran victoria” para los estadunidenses.
“Nadie logra todo lo que desea en una negociación, pero no nos equivoquemos: este acuerdo bipartidista es una gran victoria para nuestra economía”, tuiteó el presidente, y agregó que firmará la ley “tan pronto como sea posible”. Se dirigirá al país este viernes.
El paquete negociado entre Biden y el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, no satisface plenamente ni a republicanos ni a demócratas. Pero el resultado, tras semanas de reñidas negociaciones presupuestarias, da carpetazo a la volátil cuestión del techo de la deuda, al menos hasta después de las elecciones presidenciales de 2024, cuya incertidumbre en torno a su aprobación amenazaba con trastornar la economía estadunidense y mundial.
Extender el techo no autoriza nuevos gastos, sólo permite que Estados Unidos pague las deudas a cambio de recortes a los programas sociales y militares, así como impuestos más bajos. También implica otras reformas fiscales, como la recuperación de los fondos covid-19 no gastados y la reanudación de los pagos de préstamos estudiantiles.
Los senadores debieron examinar 11 enmiendas, demanda de varios senadores a cambio de votar el proyecto de ley con rapidez. Todas fueron rechazadas antes de la votación final.
“Estados Unidos puede respirar aliviado, porque en este proceso estamos evitando el incumplimiento”, dijo el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer. “Las consecuencias del incumplimiento serían catastróficas”, señaló.
El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, republicano por Kentucky, defendió el proyecto de ley como “un paso urgente e importante en la dirección correcta: para la salud de nuestra economía y el futuro de nuestro país”.