El gobierno de Estados Unidos activó por novena ocasión el mecanismo laboral de respuesta rápida del T-MEC, y solicitó a México revisar la situación laboral de los trabajadores de la planta Draxton, ubicada en Irapuato, Guanajuato.
La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, anunció ayer que su país solicitó a México que revise si a los trabajadores de esa empresa de autopartes se les niegan los derechos de libertad de asociación y negociación colectiva.
Esta solicitud significa la segunda vez que Washington inicia por sí mismo una solicitud de revisión en el marco del T-MEC, y –según informó– la embajadora Tai ordenó al secretario del Tesoro suspender la liquidación de las entradas de bienes no liquidados de la instalación de Draxton en Guanajuato.
“Esta segunda solicitud autoiniciada bajo el T-MEC muestra que la administración Biden está enfocada en el uso del comercio para empoderar a los trabajadores”, señaló Tai.
Dijo que Estados Unidos recibió información de lo “que parecía indicar varias denegaciones graves de los derechos laborales”, como el despido de un dirigente sindical y la “interferencia de actividades” relacionadas con el fin de controlar el sindicato.
Cuando los empleados de la planta intentaron organizar otro sindicato, encabezado por el ex dirigente, “sufrieron hostigamiento, vigilancia e intimidación”, añadió.
Además, los trabajadores no obtuvieron su convenio colectivo antes de votarlo en 2022 y, a la fecha, no lo han recibido.
La queja se originó a fin de garantizar que los trabajadores en Draxton puedan ejercer sus derechos sin intimidación, hostigamiento o temor a represalias.
“Esperamos trabajar con México para abordar de inmediato estas preocupaciones”, indicó.