Londres. La atonía de la demanda mundial acentuó el declive de la actividad manufacturera en Europa y Estados Unidos y siguió siendo un reto importante para muchos de los grandes exportadores asiáticos, mostraron el jueves las encuestas empresariales de mayo.
En Estados Unidos, el sector manufacturero se contrajo por séptimo mes seguido, ya que los nuevos pedidos siguieron cayendo en picada en un entorno de tasas de interés más altas, pero las fábricas impulsaron el empleo a un máximo de nueve meses.
El PMI manufacturero mensual del Instituto de Gerencia y Abastecimiento cayó de 47.1 de abril a 46.9 en mayo. La racha de siete meses por debajo del umbral clave de 50, que indica una contracción de la actividad, es la más larga desde la Gran Recesión.
La persistente debilidad del PMI respalda las expectativas de los analistas de que la economía estadunidense entrará en recesión este año, pero ha habido varios periodos, incluidos los de mediados de la década de 1990 y mediados y finales de la de 1980, en los que mediciones reiteradas del PMI por debajo de 50 no fueron acompañadas de una recesión.
Los índices de gerentes de compras (PMI) de la zona euro se situaron aún más por debajo del punto de equilibrio, a pesar de que las fábricas recortaron los precios por primera vez desde septiembre de 2020.
En Gran Bretaña, la producción cayó por tercer mes consecutivo y los nuevos pedidos disminuyeron al ritmo más rápido de los últimos cuatro.
Y aunque los PMI de China y Japón mostraron el mes pasado oscilaciones de la actividad fabril hacia el crecimiento, contrastaron con los débiles indicadores de Corea del Sur, Vietnam y Taiwán, donde continuaron los descensos.
Elaborado por S&P Global, el PMI manufacturero final HCOB de la zona euro, publicado el jueves, cayó a 44.8 puntos desde los 45.8 de abril, apenas sobre la lectura preliminar de 44.6, pero por debajo de la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción por undécimo mes consecutivo.
El índice que mide la producción, que alimenta el PMI compuesto que se publicará el lunes y que se considera una buena guía de la salud económica, cayó a su nivel más bajo en seis meses, de 48.5 a 46.4.
“La debilidad de la demanda en el sector manufacturero, que se ha hecho cada vez más evidente desde principios de año en la caída de las lecturas del PMI, ha llevado ahora a las empresas encuestadas a reducir su producción por segundo mes consecutivo”, declaró Cyrus de la Rubia, economista jefe del Hamburg Commercial Bank.
“El descenso de los nuevos pedidos nacionales y extranjeros indica que es probable que la debilidad de la producción persista durante varios meses más”.
El declive fue generalizado, con caídas de la actividad en las cuatro mayores economías de la Unión Monetaria: Alemania, Francia, Italia y España.
Los recortes de precios de las fábricas, que redujeron los costos de producción al ritmo más rápido desde febrero de 2016, no lograron frenar la caída de la demanda.
Es probable que esta caída de los precios sea bien recibida por las autoridades del Banco Central Europeo, que hasta ahora no han logrado que la inflación vuelva a situarse en el objetivo a pesar de haber emprendido el programa de endurecimiento monetario más agresivo de la historia de la institución.
La inflación fue de 6.1 por ciento el mes pasado, más del triple del objetivo del BCE, según datos oficiales el jueves.